La megacorporación farmacéutica Pfizer está desarrollando una píldora COVID que debe tomarse junto con las vacunas COVID, las mismas que ya hicieron ganar a la empresa una cantidad asombrosa de dinero. Se espera que la nueva píldora salga a la venta a finales de año y deberá tomarse dos veces al día.

«El éxito contra el #COVID19 probablemente requerirá tanto vacunas como tratamientos», dijo el miércoles el director general de Pfizer, Albert Bourla. «Nos complace compartir que hemos iniciado un estudio de fase 2/3 de nuestro candidato antiviral oral -diseñado específicamente para combatir el SARS-CoV-2- en adultos no hospitalizados y de bajo riesgo».

Pfizer también emitió un comunicado de prensa la misma semana en el que proclamaba: «Si tiene éxito, [el fármaco] tiene el potencial de abordar una importante necesidad médica no cubierta, proporcionando a los pacientes una novedosa terapia oral que podría prescribirse al primer signo de infección, sin requerir hospitalización».

La empresa describió el fármaco como una «terapia antiviral inhibidora de la proteasa de administración oral en fase de investigación, diseñada específicamente para combatir el COVID-19, en participantes adultos sintomáticos no hospitalizados que tengan un diagnóstico confirmado de infección por el SARS-CoV-2 y que no corran un mayor riesgo de evolucionar hacia una enfermedad grave, que pueda conducir a la hospitalización o a la muerte».

Los medios de comunicación ya expresaron su entusiasmo por la nueva píldora, y Pfizer está tan segura de que la píldora será rápidamente aprobada y ordenada por los gobiernos que ha puesto ya en marcha una línea de producción antes de que finalicen los ensayos clínicos.

Otras empresas también están trabajando intensamente en la elaboración de píldoras que se tomarán indefinidamente mientras los gobiernos y las empresas de comunicación se centran en el virus PCCh (Partido Comunista chino) o también conocido COVID-19.

En Singapur, esta semana se dictaminó que un chico de 16 años podía optar a una indemnización de 225.000 dólares tras sufrir un paro cardíaco por miocarditis que, según los médicos, fue probablemente una respuesta a la recepción de su primera dosis de la vacuna BionTech de Pfizer, y el Ministerio de Sanidad declaró: «La miocarditis fue probablemente un acontecimiento adverso grave derivado de la vacuna COVID-19 que recibió, que podría haberse visto agravado por el hecho de que levantara pesas de forma extenuante y por su elevado consumo de cafeína a través de bebidas energéticas y suplementos».