El caso Rothschild
Por Ángel Núñez.- Era una tarde veraniega en París, una de esas que, como tantas, las masas salieron para decirle a Macron que su vacunación obligatoria no pasaba a más y que el pueblo de Francia estaba dispuesto a no sólo desobedecer sino a ir contra su presidente. Era una tarde de fuego al anochecer cuando el banco de los Rothschild acabó en llamas como el final de una historia laberíntica en la que el desenlace no está nunca escrito. pero alguien, y precisamente el autor de la misma, busca la excusa perfecta para llevarla al punto de inicio.
Es la guerra, es la contienda del Estado contra sus súbditos, en los cuales se ha perdido la confianza por cuanto ya no se creen en al cuento, los cuales se han sentido estafados durante demasiado tiempo por las demagogias de una partitocracia en la que los que gobiernan son siempre los mismos. Llegó el momento decisivo en el que o se impone el orden o el caos desesperante para los que nunca supieron imponer el primero por prepotentes, desconfiados, avariciosos y vendidos.
El único soporte era el capitalismo, según Walter Benjamin, una religión en toda regla en la que prima el ritual constante, el pilar del dinero deuda para generar una dosis de confianza en un futuro muy incierto y otra de veracidad cuando llega el momento de satisfacer el ingente débito generado por la inocencia, la ignorancia y el sueño de masas desesperadas. Ha sido aquél el que se ha empleado como excusa para imponer la nueva dictadura de los años 20, como no podría ser de otra forma, siguiendo la tónica del pasado siglo, para, ante un cambio de ciclo económico que era simplemente inevitable, enredar a las masas en esta suerte de culpa covidiana, de culpa social en la que al sujeto se le ata a sus necesidades más básicas y se le obliga a una PCR y una vacuna para todo antes de tener listo el chip que será el regalo definitivo de nuestros amados gobernantes. Sin embargo, el pueblo no es estúpido, conoce estos planes desde demasiado tiempo y ya, ante el abuso de autoridad del nuevo sátrapa Macron el terrible, el pueblo sale para decir un basta ya a semejante títere de los Rothschild.
Y, justo, cuando el movimiento civil francés está a punto de saltar no sólo a los titulares de medio mundo, sino de echar abajo las ambiciones personales de su nuevo dictador, resulta, oh sorpresa, que queman el Banco Rothschild. ¿Qué oscuro fin hay detrás de ello, no ya el nombre y apellidos de tanta fogosidad? Dada la enorme cantidad de mentiras vertidas sobre la pandemia en los medios, por los gurús de los palacios de gobierno, resulta imposible no ser suspicaces ante tanta coincidencia. Podría haber sido cualquier Banco de la capital francesa y no precisamente el Rothshilld.
El Reichstag, una de las dos cámaras de la República de Weimar fue quemado el 27 de febrero de 1933 poco antes de las elecciones que elevó a los altares a Adolf Hitler el 5 de marzo de ese mismo año. Marinus Van de Lubbe fue acusado de tal atrocidad, un comunista de 24 años, justamente quienes iban a provocar una guerra civil en Alemania si no era elegido Hitler como caudillo de la patria. Está claro que se harán las correspondientes investigaciones por parte de unos cuerpos judiciales y de seguridad del Estado a quienes se les salió de las manos la pandemia por la desobediencia de las masas, que están fuera de control y sin recursos para convencer a las personas rebeldes para que se queden en casita en vez de llamar la atención. Lo que no va a ocurrir es que admitan el error de Macron de salir ante las cámaras con su discurso propio de la novela de Orwell de 1984 o que éste admita su mal cálculo y rectifique, toda vez que se ve entra las cuerdas ante una población descontenta no sólo por la plandemia sino por la larga de trayectoria de los chalecos amarillos todos los fines de semana protestando, porque está claro que a este presidente le está costando y mucho controlar a las masas con las típicas técnicas de guerra psicológica.
No sería nada extraño que apelaran a la culpa por haber creado una furia tal que puede acabar con los fundamentos que han hecho fuerte la sociedad francesa, que aprieten las clavijas a sus ciudadanos hasta el hartazgo o que hagan creer que las masas enardecidas son violentas y acabarán estando fuera de control en todo el país. Recordemos que en Francia hay mucho covidiano suelto, que la sociedad ya fue dividida en dos frentes: entre quienes obedecen a su sagrado líder, hasta verlo como un salvador, y los que lo rechazan de plano y no se cree el cuento macroniano, la excusa perfecta para seguir dividiendo a la sociedad francesa y mostrar al mundo qué es lo que ocurre cuando alguien desafía al Estado, perdón, a los Rothschild. El fin no es otro que inmortalizar el sagrado orden colectivo, protegerlo y hacer creer que eso es lo mejor para el ciudadano. Toda forma de dictadura, es decir de mentira, sobrevive en la inmundicia de sistemas decadentes como el europeo en la actualidad, es decir, que a más problemas y más desigualdad mejor se impondrán en la sucia guerra de los que se llaman poderosos, porque no tienen ni armas ni criterios, siendo el pueblo el que alimenta su ego superior. No cabe duda de que son meras suposiciones, pero, siguiendo la estela de la histeria iluminada, no resultan nada descabelladas…
Los próximos movimientos en Francia son cruciales como punto de referencia para ver qué nos depara el futuro si nos encontramos en un país en el que la población no se atreve a tanto. Los enemigos sacan sus últimas armas y quemar el Banco Rothschild, caso de que sea un autogolpe, puede ser interpretada como que las hordas dictatoriales pandémicas están demasiada debilitadas en sus argumentos, los cuales convencen cada vez a menos personas, y con inútiles estrategias. No hay dictadura en el mundo que no sueñe con perpetuar su poder per secula seculorum.
Está claro es que, si el pueblo francés gana esta batalla en las calles con su mera presencia y su silencio, será la prueba definitiva de que ni son tan poderosos ni hay que temerles tanto y que una vez más Francia será luz que necesita el mundo para ser libre.
Patriotas hay que salir a la calle y plantar cara a esta puta mafia de narizotas. De lo contrario se cumplirá lo que dice en el Talmud. Todasnlasntierras de los gentiles y sus riquezas serán nuestras. Vamos a seguir permitiendo este genocidio.
Benjamín de Rothschild debe estar, en estos momentos, cociéndose en las calderas de Pedro Botero. Espero que sea el principio del fin. La familia que dirige Bodegas Vega Sicilia debería desprenderse inmediatamente de los herederos tóxicos de ese hdp.y toda su asquerosa estirpe. Menudos incautos… Vergüenza debería darles a ciertas empresas españolas sus acuerdos comerciales con esta clase de psicópatas de la banca sionista.
Saludos y Buenas tardes.
La gente esta cansada de esta farsa pero aun quedan muchos que estan durmiendo en la parra y se aferran al de la bata blanca como si no hubiese corrupcion en la medicina tambien.
excelente !!!!!!!!! muy buen articulo, hay esperanza !!! hay esperanza!!!! siempre hay esperanza!!!! DIOS nos ayuda, DIOS no nos abandona, DIOS nos escucha. DIOS está con NOSOTROS.
Desgraciadamente, en la guerra, Dios está de parte, invariablemente, del bando que más cañones posea. Y en la paz, de parte del que más dinero tenga. Que conste que soy católico, educado en colegio religioso y con firmes convicciones, pero en el caso de referencia, tratándose de los Rothschild hay que ser realista. Los amos son los que mandan.
GUILLOTINA GUILLOTINAS FRANCESAS AFILADAS
PedroSan y Macron son mandiles, y van a hacer lo que sea por trepar en la logia, u orden, o donde puñetas estén sirviendo. Les importa menos sus países que a mí la Conchinchina.Tienen un círculo esperándoles: en el infierno..
Trudeau + Merkel + Perro Chanchos + Manuel Marikron + Borriz Yonzon + Joder Piden + y una larga lista de JUDAS EFIALTES TRAIDORES sirvientes de la masonería satánica que sacrifica niños para obtener adrenocromo LOS PEONES Y TÍTERES Y MARIONETAS DE JORGE ZORROS Y DE BILLY GATOS
Muy buen articulo, sin duda muy oportuno.
Difundámoslo a no menos de 10 contactos para generar efecto multiplicador.
Es necesaria iniciar una reacción en cadena para que algún imbécil covidiota deje de serlo.
Y por supuesto, aprovechar cualquier ocasión para desenmascarar canallas globalistas, y genocidas comunistas.
Son más CAPITALISTAS que KOMUNIZTAS por qué los fondos buitres internacionales no son de izquierda mucho menos solidarios con nadie que no sea el dinero. Los KOMUNIZTAS son quienes desde la política están obligando a los ciudadanos LIBRES tragar la MALDITA DICTADURA BOLCHEVIQUE SOVIÉTICA COVID 19
CUANDO EL GOBIERNO TRAICIONA A LOS CIUDADANOS YA NO ES GOBIERNO LEGITIMO ES UNA DICTADURA Y HAY QUE ECHARLA DEL PODER EL QUE QUIERA ENTENDER QUE ENTIENDA
Los movimientos revolucionarios nunca son propiciados espontáneamente por ” el pueblo”. El “pueblo” siempre es el instrumento de otro que tiene poder y capacidad de organización: alguien desde el poder político, el ejército, el poder religioso… cualquiera sabe. El pueblo sólo nunca, porque no tiene cabeza.
Llevan muchos años desesperados por implantar sus agendas genocidas. Ya iban muy adelantadas con la destrucción de la familia patriarcal mediante la corrupción de la mujer a través de los lobbies feministas y la corrupción del hombre mediante la pornografía y la homosexualidad degenerada y sacada de contexto. Pero tenían prisa y este virus era el golpe de efecto que necesitaban para proclamarse amos y señores del mundo, de su deuda y de las vidas de todos los seres vivos que lo habitan. Efectivamente, Wuhan fue la palanca que puede convertirles en amos y señores o destaparles ante la muchedumbre… Leer más »
El mundo está en manos del judaísmo internacional, y dudo mucho de que los franceses, o los españoles, seamos conscientes de ello…
Pero nada se mueve en el mundo sin el beneplático DEL PODER JUDÍO, SIEMPRE EN LA SOMBRA.
Los judíos, ¿pretenen HACERSE LOS MÁRTIRES, para que FRANCIA tenga que indemnizarles, como sucedió con Alemania después de la segunda guerra mundial…?
De esta gente me creo cualquier cosa, Y NINGUNA BUENA.
Salgan al Palacio de Gobierno y saquen a esos mal nacidos y pónganlos en una plaza pública y que se arrodillen ante el pueblo (TODOS ELLOS) inclusive los dueños de los bancos y laboratorios ..y de ahí …nada de jueces…EL JUEZ ES EL CIUDADANO. Y cuélguenlos uno por uno ante la vista mundial para que TODOS SEPAN LOBQUE LES VA A PASAR.
Al final Ortega tenía razón: los godos, el más flojo de los pueblos bárbaros, colonizó España y, así nos va. Otros países como Francia, fueron ocupados por otros pueblos de sangre más vital y, son más pujantes.