El informe Garzón sobre el consumo de carne
CE.- El Gobierno de la ideología delirante y totalitaria ha comunicado a través del ministro del Partido Comunista, Alberto Garzón, que los españoles tienen que dejar de comer carne de vaca.
El informe Garzón alude a una cacería en Portugal, para ligarla a la obsesión de los españoles por matar animales, sea en montería o en los mataderos industriales, y consumir frenéticamente carne de vacuno, producto todo ello del franquismo sociológico, porque en una serie estadística histórica se comprueba que fue el año 1961 cuando comenzó a aumentar el consumo de carne en nuestro país.
El informe comienza denunciando a una empresa española que organizó en 2020 una montería que se convirtió al parecer en un gran escándalo en Portugal; una quincena de cazadores, en su mayoría extremeños, viajaron a una finca al norte de Lisboa y abatieron allí a 540 animales, principalmente venados y jabalíes, prácticamente fusilados, según certifica el informe, contra uno de los muros de la finca por estos turistas españoles. Esta supuesta masiva matanza el informe Garzón la plantea como paradigma de la que la mayoría de españoles realizamos por nuestro alto consumo de carne.
La matanza nacional la denuncia Greenpeace, artífice principal de las reflexiones del ministerio de Garzón, porque España se encuentra a la cabeza del consumo de carne en Europa; según sus datos estadísticos comemos al día la carne que deberíamos ingerir, a lo sumo, en una semana.
Una vez ligada las monterías con la ingesta de carne el informe apunta a una recomendación estadística y es la de reducir el consumo de carne en un 84%. Sin más. La explicación es el liderazgo ininterrumpido de consumo anual de carne en Europa. Y de pesca, porque en un giro insospechado, el informe denuncia también que consumimos el doble de pescado y marisco que la media europea. Todo ello, carne y pescado nos aleja de la recomendable dieta mediterránea, sic, de la cual hoy el veganismo es su único y auténtico valedor.
El análisis continúa denunciando que el sector cárnico es la principal industria de alimentos en España, siendo el país europeo con mayor número de animales en jaulas y el segundo con menos porcentaje en libertad (1 de cada 10). Un nuevo elemento en la ecuación, el sufrimiento animal, de modo que según estos datos España sería el país europeo donde es más problemático éticamente consumir carne.
De momento todo el problema va reduciéndose al franquismo sociológico y a lo poco ético que es consumir carne desdeñando el padecimiento del ganado.
El colofón del informe Garzón es que la propia Greenpeace España alerta que el excesivo consumo y producción de carne industrial en España está contribuyendo a la destrucción del planeta.
En el informe además de las denuncias de Greenpeace también se recogen las de la asociación Justicia Alimentaria que lamenta sin más explicaciones “la sobredimensión de la producción cárnica en el Estado español”.
El informe Garzón concluye que las razones son complejas. La caza recreativa, cada vez más glorificada en el discurso político, la histórica porcofilia del cristianismo hispánico, y el franquismo sociológico que también tiene su legado de monterías y carnivorismo.
Este informe sería una boutade esperpéntica si no fuera porque el propio ministro Garzón ha emitido un comunicado videograbado con estas conclusiones y ademas se trata de un gobierno de profunda obsesión totalitaria.
Tonterías cómo estás fueron el inicio de persecuciones en masa a los disidentes. Los españoles llevamos mucho tiempo viendo impasibles como se van recortando nuestras libertades.