La historia de los Funko Pop!: De un garaje en EE.UU. a las estanterías de fanáticos en todo el mundo
Muñecos Funko Pop! de Fornite, de Harry Potter, de Marvel…
Prácticamente cualquier franquicia más o menos famosa tiene al menos un muñeco Funko para coleccionar, y los fans están entusiasmados por adquirirlos, aunque es casi seguro que los conozcas, incluso si no eres un fanático de alguna franquicia con muñeco.
Estos muñecos cabezones se han convertido en un regalo habitual y un capricho por excelencia para cientos de miles de consumidores en el mundo, que buscan coleccionar todo lo posible sobre sus franquicias favoritas. Así, los muñecos con cabezas gigantes y cuerpo pequeños empezaron a llenar las estanterías como uno de los productos más vendidos actualmente.
Sin embargo, los Funko pasaron por mucho hasta llegar a ser lo que son hoy día, un hito de la cultura pop. Comenzaron en un garaje en EEUU, y ahora son productos de merchandising que se agotan en cuestión de minutos, con sus diseños actuales y sumamente reconocibles.
La historia detrás de la “Compañía de la diversión”
“Todo comenzó con Austin Powers”. Es lo que dice Mike Becker, uno de los tres fundadores de la empresa en el documental realizado por Netflix llamado Making Fun: The Story of Funko. Él, junto con Sean Wilkinson y Rob Schwartz serían las caras detrás de sus personajes favoritos en formato de muñeco cabezón.
Schwartz y Wilkinson son los artistas, mientras que Becker fue el de la idea. Se conocieron en un bar muchos años atrás, y en 1998 decidieron crear el negocio. Con el concepto inicial de personajes cabezones, le dieron nombre a la compañía de Fun Company, que evolucionó en Funko en poco tiempo.
Computer Bob fue el primer diseño que crearon, un hombre con cabeza de ordenador. No tuvo éxito, pero fue la confirmación de la idea ya casi asentada. Con un par de buenas jugadas e ingenio, el trío consiguió que su pequeño emprendimiento se convirtiera en una marca reconocida en todo el mundo.
El inicio de todo, gracias a una hamburguesería y a Austin Powers
Big Boy fue el primero en tener acogida en el público, después de convencer al responsable de la hamburguesería Bob’s Big Boy de que necesitaba un muñeco cabezón como imagen. En pocos días, los genios detrás de Funko crearon al muñeco Big Boy, basado en el icono del restaurante. El éxito fue rotundo: se acabaron las existencias en apenas un día.
A partir de ese momento, Funko comenzó a recibir ofertas de licencias de marcas comerciales. En ese momento llegó la segunda entrega de Austin Powers y su éxito, la cual catapultó a Funko hasta el punto de mira internacional.
Mike Becker empaquetó más de 100.000 cajas para enviar a diferentes partes del mundo, junto con la ayuda de sus padres. El teléfono no paraba de sonar durante todo el día. Como estrategia, se hacía pasar por un oficinista que transfería la llamada a otro departamento para dar una imagen profesional, algo que dejó de ser necesario más pronto que tarde.
Tres años después, en 2002, Funko propuso su primer evento especial. Habría 70 invitados a un desayuno en el que se repartiría una figura de edición limitada, una idea bastante arriesgada. Sorprendentemente para el trío, funcionó de maravilla. Ese día, se dieron cuenta de que Funko tenía un futuro más que prometedor.
De muñecos cabezones Funko a Funko Pop!
Mike Becker no estaba preparado para tanto. El estrés del ritmo de crecimiento lo llevó a vender la empresa en 2005 a un amigo suyo, Brian Marotti. Pasó por una mala racha de tres años al no saber muy bien hacia dónde dirigirse, pues la esencia de la marca se había esfumado como sus antiguos fundadores.
El teléfono volvió a sonar justo a tiempo, con una llamada entrante de Warner Bros. Le ofrecía a la empresa la licencia para hacer los muñecos, siempre que mantuviera la esencia y que fuera algo original a la vez. El resultado fueron los Funko Pop!, que invadieron las estanterías en apenas un instante.
Los primeros personajes fueron Batman, el Joker y Linterna Verde, entre otros. El recibimiento no fue tan bueno por parte de los coleccionistas más conservadores al haber cambiado bastante el formato de las primeras tiradas de Funko, pero eso no le importó al público general.
La Funko Force se volvió irremediablemente popular casi de inmediato, tanto que incluso tuvieron que cambiar el formato de su caja para que se pudieran apilar unos encima de otros, como una colección. Y esto fue apenas el inicio de la fiebre por los Funko Pop!, una parte de nuestra cultura que une a fanáticos en todo el mundo.
Hoy en día, los Funko Pop! son de casi cualquier cosa: cantantes, personajes de ficción, terroríficos, adorables. La diversidad satisface los gustos dispares de las personas, una de las claves de su éxito mantenido. La otra es su precio relativamente económico para ser productos de colección (sin mencionar a las ediciones limitadas).