Dormir en verano con edredón nórdico
Si has leído el titular de esta información, seguramente hayas entrado en la noticia pensando que se trata de algún tipo de locura o moda extraña, pero lo cierto es que dormir con edredón nórdico en verano no es ninguna excentricidad.
Tal y como explican los expertos de rellenonordico.net, esta es una tendencia más que habitual. Y no solo eso, sino que además utilizar el edredón aporta muchos beneficios que deberían plantearse las personas que lo pasan mal para dormir cuando llegan las altas temperaturas.
¿Taparme si tengo calor?
Evidentemente, la primera pregunta es obvia: ¿cómo voy a taparme si tengo calor? Hay muchas respuestas (relacionadas con distintas situaciones) que hacen que el uso de los edredones nórdicos en verano sea más que una buena opción: una decisión que ayuda a dormir mejor, cuida de la salud y mejora el confort en la cama.
Temperatura de confort
Con 35 grados en la calle, muchas personas no pueden evitar dormir sin el aire acondicionado o el ventilador puesto a pleno rendimiento. Esta es una idea fantástica para reducir la temperatura en el cuarto y lograr conciliar el sueño, pero tiene sus riesgos: muchas personas se resfrían o acaban pasando frío cuando de madrugada se reducen los grados del exterior.
¿Cómo evitarlo? Con el uso de un edredón. Así, se puede tener el aparato de climatización encendido y, a la vez, estar plácidamente recogido entre el suave ‘abrazo’ del nórdico.
Dificultad para conciliar el sueño
La sección anterior va muy unida a una ‘manía’ que tienen muchas personas. Y es que hay quien no puede dormir si no se tapan. Para ello, el combo edredón/aire es absolutamente necesario para conciliar el sueño.
En estos casos, siempre se recomienda el uso de un edredón de verano, mucho más fino que los clásicos, y además que sea sintético. Este material es mucho más fresco que los nórdicos de plumón o naturales, y por tanto es una opción más que recomendable para los que no pueden cerrar el ojo sin algo que les cubra el cuerpo.
¿Y si hace frío?
No se puede olvidar que España es un país en el que hay una gran diferencia de temperaturas entre Murcia, por ejemplo, y Soria. El verano en Castilla y León no es tan caluroso como el de la costa de Levante, y en zonas como la citada puede haber noches en las que el edredón no solo no esté de más, sino que sea completamente necesario.
Ocurre en muchas zonas del norte, pero también en ciudades con mar, donde la brisa marina se cuela en las casas y la humedad hace que dormir tapados sea mucho más agradable que hacerlo sin un edredón cómodo y suave.
Todo esto demuestra que un edredón nórdico en verano no es ninguna locura, sino una opción que conviene plantearse. Todo aquel que lo prueba acaba prefiriendo no usar nada en verano: confort, suavidad, protección frente a resfriados y mucho más en un único elemento que además puede acompañar en otoño, primavera e invierno, si es necesario.