El problema de España no es Pedro Sánchez, sino la mierda de derecha que tenemos
AR.- Estoy seguro que una de las circunstancias que empujaron a Pedro Sánchez a conceder los indultos a los golpistas catalanes era la certeza de que la derecha social española no movería un dedo. En otros tiempos se la hubiera temido, pero hoy no. La democracia liberal ha feminizado hasta tal punto a la derecha española que ya no cabe albergar esperanza alguna. España ha muerto. Lo natural, señores, a poco que hubiésemos escuchado con el respeto que merecían las predicciones que a inicios de la Transición hicieron españoles tan ilustres como Blas Piñar, que me honró siempre con su amistad.
Como quiera que esta democracia satanizada no da puntada sin hilo, ahí están los de Vox, justificando con hechos el por qué de su creación: mantener confinada a la disidencia española entre los muros del sistema y castrar cualquier intento de insurrección. Estoy seguro que ni Sánchez ni los secesionistas catalanes imaginaron una reacción tan cobarde como la que ha tenido la derecha española estos días. De haberlo, sabido, estoy seguro que habrían metido en el lote a Puigdemont y a todos los presos etarras. Todo se andará.
Odio cada día más a esos que enarbolan las banderas españolas para convencernos de lo mucho que aman a España, pero no se mueven de su poltrona para demostrarlo.
La historia se repite. La izquierda prende fuego a España y la derecha cobarde asiste impertérrita a la devastación, sin atreverse a plantar cara a los pirómanos. Se ha llevado a la ruina a millones de españoles, se ha sembrado España de cadáveres, se está cediendo en todo ante los separatistas catalanes y los bilduetarras, se encarcela a los que se oponen al aborto, se detiene cada día a más hombres inocentes; en definitiva, están arramblando con todo con absoluta impunidad. La derecha cobarde española, entre tanto, afila sus inofensivos colmillos en redes sociales. No da para más. Sánchez tiene que estar encantado de poder ejecutar su plan de demolición del estado sin resistencia alguna.
El Gobierno socialcomunista ya ha anunciado su propósito de demoler la Cruz del Valle de los Caído, la más grande de la Cristiandad. A muchos les ha indignado el suceso. A mí me ha indignado mucho más la cobardía de los obispos y los católicos. Ni uno sólo estaría dispuesto a hacer lo que haría cualquier musulmán coherente con su fe si amenazaran con destruir alguno de sus símbolos sagrados. Por desgracia los católicos españoles hace tiempo que perdieron el coraje, el orgullo y la fe. La dignidad de los católicos, como en general de toda la derecha, ha sido sobrepasada por la ignominia.
La Iglesia, entre tanto, nos exhorta a poner la otra mejilla . Y lo hace en nombre de Aquel que echó del templo a los mercaderes que profanaban la casa del Padre. No estaría de más que los católicos nos preguntáramos si el declive que sufre nuestra fe no tendrá que ver con la pérdida de la auténtica moral guerrera, heroica, noble y fiel del cristianismo y no la de ahora que es débil, amanerada, hipócrita y cobarde, a imagen y semejanza del pueblo español.
La clave no está en seguir a los partidos de la derecha parlamentaria, traidores y cómplices del sistema, sino todo lo contrario, en volver a buscar otra vez las raíces de lo que nos hizo grandes. En lo antiguo, está lo genuino, lo puro. La democracia está asociada a los degenerados; y la élite lo sabe.
Hay muchas maneras de destruir a esta nación. Una, cargada de odio, alimentada por los más bajos instintos, consiste en pisotearla, en depredarla, en dividirla, como se ha hecho durante años desde partidos e instituciones del Estado, ante la estupefacción y el silencio cobarde de muchos.
Pero también hay otra manera de destruir a una nación, con más cautela, con más precaución, que consiste en anestesiarla, volcando sobre el país toda la propaganda y todos los medios posibles para evitar que se conmueva, para convencerle de que no ha pasado nada en un Sistema que nació en 1978 con la intrépida convocatoria de la unidad, de la grandeza y de la libertad de España, pero que destruye su propia unidad, se empequeñece al amputarse sus miembros y se esclaviza al obedecer con la máxima docilidad ante el látigo de las fuerzas hostiles que se esconden bajo la máscara del Parlamento Europeo o del Fondo Monetario Internacional. De este modo, una nación que puso en el frontispicio de su fachada política: «Por el imperio hacia Dios», guardando así fidelidad al legado de los mejores hombres y mujeres de nuestra historia, desde los Reyes Católicos a los héroes del 2 de mayo, se entrega sin compensación a las organizaciones mundialistas y a los grupos de poder que las manejan, y se queda sin Dios, porque Dios desprecia a los tibios, a los pueblos sin coraje para defender sus derechos.
Para culminar el proceso de liquidación total de la patria es prioritario que no surjan voces ni organizaciones lo suficientemente fuertes y organizadas para evitar el derrumbe programado. No fue por tanto casualidad la salida al mercado de una nueva marca política cuyos inductores y promotores estaban hasta hace poco en la órbita del PP. Que la oposición calculada y medida al Sistema permanezca dentro del Sistema ha sido la última gran jugada de unos dirigentes del Estado con más cartas falsas bajo la manga que las que pudo nunca imaginarse en una partida de póker entre trileros del Viejo Oeste.
El riesgo de que en España pudiese surgir descontrolado un partido auténticamente de derecha, sin miedo a reivindicar la grandeza de nuestro pasado más reciente, era demasiado grande. Así que se optó por Vox. El principal objetivo del partido liderado en la sombra por las élites internacionales fue disuadir al enfermo crónico de las recetas alternativas. O, lo que es lo mismo, que siguiera confiando en las prescripciones de las mismas multinacionales farmacéuticas que le llevaron a la postración.
Vox representa en punto a transformar la sociedad española lo mismo que el PP, el PSOE o Ciudadanos. Sus líderes dicen en redes sociales lo que muchos quieren oír, pero no se atreven a reivindicar la identidad étnica de las naciones ni la fértil herencia de Franco. Lo que hacen es implementar las mismas medidas que hacen insoportable la vida en España, con algunos matices para engaño de ingenuos.
La derecha transita por este Sistema para conservar sus privilegios políticos y económicos. Y son muchos más los que no ganan nada por proteger su ilusionado camino a ninguna parte. Nosotros seguiremos el rumbo que la exigencia del destino histórico de España nos manda recorrer. Si las estructuras políticas y económicas han sido abordadas y son manejadas por timoratos corruptos y acomodaticios y hombres sin honor y sin ningún valor, nosotros no estamos dispuestos a seguir inactivos, a consentir que ante nuestros ojos se destruya esa España ganadora, fuerte, unida y segura de sí mismo, orgullosa de sus riquezas naturales y de su historia, de su cultura y de su identidad.
La izquierda ya ha comenzado su tarea destructora sin que nadie le haga frente. Casado y Abascal son dos farsantes que simulan la defensa de un cambio para que todo siga igual. Nada cambiará en España mientras la izquierda tenga el control de las escuelas, las universidades, las televisiones, las editoriales, la propaganda del cine, la moral oficial…
Nada cambiará en España mientras tengamos a esa derecha aturdida y acomplejada de la que tanto se avergonzaba José Antonio (“prefiero una bala marxista que una palmotada de la derechoide”). El sistema nos está pasando por encima como una apisonadora mientras la derecha parlamentaria cumple a la perfección con su objetivo amnésico. Mientras la izquierda reivindica a sus criminales, la derecha se avergüenza de defender a sus héroes. Que no te engañen más. Esto ya está perdido y mantener esta farsa solo conviene a los que dentro de la derecha política se están poniendo las botas. Quieren tu voto para seguir engañándote. Abascal ha pasado en menos de tres años de estar tieso a vivir hoy en un casoplón de casi un millón de euros. ¿Qué más pruebas necesitas?
La derecha española no ha podido caer tan bajo. Soporta sin rechistar el dominio de miserables y la pauperización de los españoles, tolera el chantaje de los catalanes y permite la destrucción de sus símbolos y la traición de la Monarquía borbónica. A la derecha española ya solo le quedan agallas para lamentarse en redes sociales y firmar al pie de inocuos manifiestos. ¿Qué le ha pasado a la derecha española para ser tan cobarde? ¿Por qué sigue apoyando a dirigentes mediocres y sin dignidad? ¿Se puede ser más infame y cobarde que un español de derecha del año 2021? Imposible.
Decididamente, LOS PATRIOTAS ESPAÑOLES ESTAMOS SOMOS, y con la gran dificultad de que SOMOS POCOS, PERO, ENCIMA, ESTAMOS MAL AVENIDOS.
Tu lo has dicho, sois pocos… tal vez deberíais respetar a la mayoría.
Tal vez deberiamos empezar a levantarnos ¿que mayoria gilipollas?desde cuando los tontos tienen voz y voto.
Desde que tu opinas y votas.
Gracias a que a lerdos mataos como tú tienen acceso al voto, pasa lo que pasa.
En referencia al tema de “la mayoría”, te explico:
Coma mierda, millones de moscas no pueden equivocarse.
Hala, paleto, reflexiona antes de escribir gilipolleces.
Cuando uno cree que no eres capaz de ser más tonto, vas y te superas.
Castillero, tu nick sería mucho mejor si fuera Pajillero.
Deja de manipular los votos, infeliz niñato, aunque ya todos sabemos que no tienes nada mejor que hacer en tu patética existencia.
En este foro tienes la misma repercusión que el pedo de una sardina en medio del océano. ¿Estamos, gilipollas? ¿O te hago un mapa?
La Derecha e Izquierda incluyendo al “Rey” estan vendidas al Globalismo Plutocratico Elite Kalergiano ..
El problema político-social que tenemos en España es básicamente el mismo que ocurre en todo el mundo ibérico en general, y no ver eso también es cometer un error. El izquierdismo es una ola, un tsunami político populista, vinculado directamente a cierta demagogia con la cultura post-modernista. Es ingeniería social, no ideas políticas, no hay una realidad tangible detrás de la cáscara de la izquierda que tenemos en el mundo ibérico, y eso lo tienen que ver la gente que apoya a la izquierda. El izquierdismo no defiende ideas si no que engaña, simula constantemente, utiliza tendencias ya establecidas en… Leer más »
españa si no desaparece como nacion es por que les intresa tener un campo de pruebas de sus locuras
España ya no existe ahora debe levantarse la nación Ibera ¿que somos?
Lamentablemente,¡¡¡TIENE TODA LA RAZON!!! Yo llevo, gracias a Dios, ¡a tope!, la <<VIRTUD CRISTIANA DEL PATRIOTISMO>> en mi ADN, ahora también mexicano, porque viví la guerra, la postguerra y hasta la muerte de Franco…, ¡y lo llevo grabado a fuego!, que fue la maravilla de las maravillas y, a partir de ese momento, ¡¡¡en picado, sin parar hasta ahora!!!…, y quien no lo crea…, ES UN ABSOLUTO IGNORANTE, que ya lo verá en la otra vida…, viendo y VIVIENDO, mientras tanto, todos los aderezos que hay ahora: relativismo, mentira, LGBTI, laicismo, aborto, eutanasia, pandemia, independentismo, a la calle todos los… Leer más »