Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), uno de los 27 institutos del National Institutes of Health (NIH), admitió ante una subcomisión de Asignaciones de la Cámara de Representantes que el NIH financió con 600.000 dólares al Instituto de Virología de Wuhan (WIV) para que investigara antes del brote de COVID-19 cómo los virus de murciélagos pueden transmitirse hacia humanos.

El laboratorio en Wuhan es uno de los posibles focos de contagio donde pudo originarse el COVID-19. En las últimas semanas, diversos trabajos periodísticos y científicos relevaron teorías plausibles de que el coronavirus, detectado por primera vez en Wuhan, pudo salir accidentalmente de un experimento de laboratorio.

En 2017, funcionarios americanos que visitaron al WIV enviaron cables diplomáticos advirtiendo que en el Instituto de Virología se llevaron adelante una serie de investigaciones peligrosas con coronavirus de murciélagos, entre ellas la controvertida “ganancia de función”, un experimento que consiste en potenciar genéticamente a un virus volviéndolo más transmisible. El objetivo de esta práctica es estudiar y analizar como el virus evoluciona y afecta a los conejillos de indias humanizados.

Es como «tomar un virus que podría infectar a los humanos y hacerlo más transmisible y/o patógeno para los humanos», así lo describió el doctor Anthony Fauci, quien negó cualquier tipo de vínculo del NIH con este experimento de ganancia de función. «Eso categóricamente no se hizo», insistió Fauci.

Según estos cables diplomáticos, expuestos en su momento por el periodista Josh Rogin del Washington Post, el WIV es un laboratorio que carece de los requerimientos y estándares de bioseguridad para llevar adelante experimentos tan riesgosos como una ganancia de función. El lunes 24 de mayo, The Wall Street Journal reveló que tres científicos que trabajaban regularmente en el laboratorio de Wuhan se contagiaron en noviembre de 2019 de un virus con síntomas similares al COVID-19 y requirieron de hospitalización. Todavía no se sabe si fue gripe estacionaria o COVID-19, y difícilmente pueda determinarse.

En la intervención ante la subcomisión de la Cámara de Representantes, Fauci explicó que los 600,000 dólares fueron entregados al WIV mediante la organización sin ánimo de lucro EcoHealth Alliance. El principal investigador de la Casa Blanca para el COVID-19 se refirió a los 600,000 dólares como «una modesta colaboración con científicos chinos muy respetables que eran expertos mundiales en coronavirus».

El año pasado, en abril, el NIH cortó la financiación a EcoHealth Alliance. Sin embargo, unos meses más tarde, en agosto, los Institutos Nacionales de Salud otorgaron una subvención de 7,5 millones de dólares en cinco años a EcoHealth Alliance, según NPR.

El doctor Fauci, además de admitir la financiación, dijo que estas investigaciones eran necesarias luego del brote del SARS en los años 2002-2003.

«Tuvimos un gran susto con el SARS-CoV-1 {SARS] allá por 2002, 2003, donde ese virus en particular pasó incuestionablemente de un murciélago a un huésped intermedio para iniciar una epidemia y una pandemia que resultó en 8,000 casos y cerca de 800 muertes», dijo Fauci. «Habría sido casi un abandono de nuestro deber si no lo hubiéramos estudiado, y la única forma de estudiar estas cosas es ir donde está la acción».

Los senadores Rand Paul (R-KY) y Tom Cotton (R-AK) han presionado en las últimas semanas al doctor Fauci sobre los financiamientos del NIH al WIV, aseverando que posiblemente el dinero pudo utilizarse para una ganancia de función.