FP.- El PP obtuvo en Madrid el pasado 4 su mejor resultado en votos de toda su historia. Más votos que en 2007, un millón seiscientos mil. Pero también la izquierda obtuvo en su suma su mejor resultado, un millón cuatrocientos mil. El factor novedoso en estas elecciones de máxima participación son los trescientos mil votos de Vox. El centro derecha llegaría en su suma en Madrid a casi los 2 millones de electores.

Entre un bloque y otro hay medio millón de votos de diferencia lo que augura un futuro no solo en Madrid sino en toda España de vuelco total en los próximos años.

El sanchismo y la podemizacion de la vida en España han tocado a su fin. Estamos en el punto exacto de salida hacia una nueva etapa política diametralmente distinta.

Quedarán los coletazos de un tiempo que muere, incógnitas como el plan de rescate de nuestra economía, el acercamiento de presos al Pais vasco y la condescendencia con el golpismo catalán, además de la vacunación masiva y las restricciones y sus consecuencias por la pandemia.

El centro derecha ha de comenzar ya a preparar su proyecto a desarrollar en cuanto acceda a los distintos gobiernos. Una economía maltrecha, la desconfianza en las instituciones, acabar con la legislación ideológica y reordenar la política territorial son las tareas más urgentes que tendrá que implementar en cuanto se acceda al Gobierno.

Esta última década ha estado lastrada por la crisis de 2008, el movimiento antidemocrático 15-M, el golpismo en Cataluña y la irrupción de un socialismo decadente y mentiroso. Se sumó además la fractura del centro y la derecha en tres formaciones.

Desde Ayuso en Madrid se irradia a toda España un nuevo punto de partida. Un lanzamiento hacia una época que necesita de esfuerzo y trabajo, de seriedad y responsabilidad, de compromiso con la España real y no inventada.

Madrid ha marcado un tiempo nuevo. Desde la misma Puerta del Sol donde manifestantes proclamaban el fin de la democracia, parte justo lo contrario, el reforzamiento del modelo de convivencia constitucional.