José Miguel Gutiérrez, “Caillou”

Pellicer (Remitido).- Cuando alguien realmente viene a servir, no le importan los focos mediáticos, sólo hace su trabajo. Su recompensa no es otra que la satisfacción de haber servido a una causa común y el trabajo bien hecho, no se necesita más, no hay que airearlo todo. Diferente es, cuando vienes a ser servido. Entonces, sí es importante que se te vea, que la gente diga: ¡mira este hombre, está en primera fila!, ¡qué importante es!, ¡es al que debo pleitesía!

A tanto ha llegado la adulación política, que no sólo no hacen nada provechoso por sacar al partido de la devastación a la que lo han llevado, se creen que al estar en primera fila son más que los demás. Lo que cuenta es ocupar espacio mediático, si es portada muchísimo mejor. Sacan el metro antes de hacer la foto y cuentan cuántos centímetros cuadrados les corresponde por espacio habilitado y cargo que ocupen en la gestora. Y José Miguel Gutiérrez, el que no quería un carguito, es el que lleva el metro en el bolsillo con sus iniciales, y defiende su milímetro aunque sea a codazos.

En el siguiente vídeo se observa perfectamente al señor secretario como quiere que le llamen, muy agobiado y ofuscado porque Sonia Crespo, ha tenido la ocurrencia de ponerse delante de su “inmensidad”, ¡como si le fuera a tapar mucho! , pero para Caillou no ser el protagonista principal, es un insulto inaceptable. Entonces cuando ve la oportunidad, finalizando el discurso (bueno si a mal leer tartajeando se le puede llamar discurso), le da un toque para que se agache ¡Hombre, que se me vea bien! Pero lo que llama la atención, detalle que no ha pasado ni mucho menos desapercibido y que fue trending topic ayer en todos los grupos de Vox Málaga, fue el apoteósico final.

Cuando ha finalizado el trabajo de Crespo, la cual debería de replantearse para lo que ha quedado, que no es otra cosa que estar en cuclillas con un palo agarrando un micrófono, no se corta y parece decirle “ya has terminado ¡pues quítate ya!” Porque el señor secretario tiene que salir bien en el vídeo. Sonia Crespo hace oídos sordos, y entonces José Miguel Gutiérrez, de buenas a primera le coge del brazo y la quita de delante, poniéndola a su lado y él girando la cabeza en sentido opuesto para no ver la cara de la que ha osado a taparle.

Aquí está el que venía a servir, qué patético, qué ideales, qué compañerismo, todo esto es en definitiva como decía un buen amigo mío muy torrentiano, que todo lo de esta Gestora da para una película de Berlanga.

Querida gestora, por si no lo sabéis, estar en primera línea requiere actitudes y valores que no tienen precio, porque son de un valor incalculable. No hay cosa más odiosa que alguien que se jacta de las cosas que hace por los demás, siendo mentira y encima esperando el reconocimiento ajeno o que le cuelgue una medalla. En Vox no se trabaja por salir en la foto, ahora te lo digo yo, pero más adelante os lo dirán precisamente los que por ellos os dais los codazos. Y entonces no habrá retrato alguno, sólo una carta de cese o de dimisión.