En la recta final para las elecciones madrileñas del 4M, Pedro Sánchez no ha negado su firme propósito de subir los impuestos alegando que el Ejecutivo tiene que amoldarse a los intereses de todas las comunidades, si bien rechina su postura en contradicción con la promesa de su candidato, Ángel Gabilondo de hacer justo lo contrario, no subir los impuestos a los madrileños. “La tarea del Gobierno es la de amoldar todas esas sensibilidades y demandas largamente acumuladas durante estos años”, señalaba el presidente en referencia a las que han tenido algunas comunidades Autónomas acusando a la Comunidad de Madrid de hacer ‘dumping fiscal’ por tener los impuestos más bajos en Patrimonio, Sucesiones y Donaciones.

Dos impuestos, que el ejecutivo de Sánchez tiene entre ceja y ceja, con “especial interés” en aumentarlos ya para 2022 pese a su escaso poder recaudorio y a estar de retirada en otros países de nuestro entorno. Entonces ¿qué se esconde detrás de esta intención?

PATRIMONIO Y SUCESIONES, EN EL PUNTO DE MIRA

Se trata de dos tributos estatales que están cedidos a las comunidades autónomas, explica a COPE, el economista Roberto Rodríguez. El de Patrimonio, señala el experto, “grava la posesión del patrimonio de las personas físicas”, mientras que el de Sucesiones y Donaciones lo hace bien por la adquisición de bienes y derechos por herencia, legado o cualquier otro título sucesorio, por la adquisición de bienes y derechos por donación o cualquier otro negocio jurídico a título gratuito e ínter vivos o por la percepción de cantidades por los beneficiarios de contratos de seguros sobre la vida, cuando el contratante sea una persona distinta del beneficiario, salvo que estas cantidades deban tributar como rendimientos del trabajo en el IRPF”.

Al ser impuestos cedidos a las comunidades, y poder éstas aplicar bonificaciones, “podemos encontrarnos con que heredar en Madrid un millón de euros, puede suponer una tributación efectiva de unos 1.500 euros, mientras que hacerlo en Asturias podría alcanzar los 103.000 euros”.

La subida respondería más a una estrategia política para contentar a unos votantes fieles a las ideas socialistas y de Podemos

ESCASO PODER RECAUDATORIO

Lo cierto es que ambos tributos tienen un escaso poder recaudatorio, si se compara con otros impuestos que generan más ingresos al Estado, como el IRPF, el Impuesto Sociedades o el IVA. Por eso parece “más un asunto político que económico”, advierte Roberto Rodríguez, autor de GuiaBurros: Cómo pagar menos impuestos. Todo lo que debes saber para no pagar de más”.

En su opinión, la subida respondería más a “una estrategia política para contentar a unos votantes fieles a las ideas socialistas y de Podemos”, si bien reconoce que también podría darse una segunda lectura “abolir las bonificaciones fiscales que en la Comunidad de Madrid existen gracias a los gobiernos del PP y que son objetivo de cambio por parte del gobierno español”.

Este bajo poder recaudario podría chocar además con el argumento de que están pensados para reducir la desigualdad. “Por la propia naturaleza de ambos, gravan la propiedad, es decir la posesión, por lo que su instauración siempre ha ido ligada a la redistribución de la renta para logar una sociedad más equitativa”. Sin embargo, en la práctica, “con la esa escasa capacidad recaudatoria que tienen, es más que evidente que no es un fin alcanzable con esos impuestos”. Sin ir más lejos, “la progresividad y la capacidad recaudatoria del IRPF, puede originar mayores posibilidades para tales fines”.

TRIBUTAR DOS VECES

Además, el hecho de pensar que se deba tributar solo por la mera posesión, han generado mucha polémica. “No hay que olvidar que en su día, el dinero que se generó para hoy poder tener un patrimonio ya tributó en IRPF o en impuesto de Sucesiones si fue heredado”.

Al impuesto de Sucesiones se suma que “es un asunto sensible ya que grava un patrimonio que se transmite a nuestros herederos, es decir, a nuestro seres queridos”.

DUDAS JURÍDICAS

No hay que olvidar que como cualquier impuesto “deben de tener unos requisitos establecidos legalmente”, y en el caso del impuesto de Patrimonio, ya se ha dicho en varias ocasiones desde las autoridades europeas que no se cumplen”.

Además estas tasas están de retirada en Europa. “La de Patrimonio como lo conocemos en España es prácticamente inexistente en Europa, en Francia fue abolido en 2018 y existen algunas imposiciones parecidas en Suiza y Noruega mientras que en Italia existe una imposición sobre activos financieros, mientras que la de sucesiones, la tendencia en Europa es a ir desapareciendo, siendo actualmente aplicado en la mitad de los países de nuestro entorno”.