Felicidades, hijo mío
La obsesión en nuestros días relacionada con todo lo bueno que significa el feminismo y todo lo malo que se corresponde con el machismo, la paridad sexual en el trabajo, la Ley de violencia de género que parece ir solo en un sentido y no tener en la práctica una connotación igualitaria y bidireccional, la discriminación de la mujer en todos los escenarios posibles y el lenguaje inclusivo que ejercen por sistema los medios de comunicación adalides de todo este dispositivo que nos lleva a expresiones absurdas en muchos casos, crea poco espacio para dejar libre de culpas construidas y potenciales a todos los varones de este país.
La presunción de inocencia tan cantada en la sociedad de un estado de derecho parece no existir en cuanto a la violencia de género y si se presume algo, es la culpabilidad potencial de todo varón que esté cerca de una mujer.
Todos estos comportamientos de la sociedad que tienden a criminalizar al varón o al menos facilitar su candidatura para ser considerado un criminal, causan un flaco favor a la igualdad real y a la familia que muchos sectores quieren destruir intentando aniquilar el modelo tradicional y ancestral de la misma para sustituirlo en nuestro ordenamiento jurídico por múltiples tipos de familia y este contexto social y su presión, a la postre han conseguido modificar muchos preceptos de nuestro brillante Código Civil en materia de derecho de familia, porque una familia ya no es un padre, una madre y los hijos o un padre, una madre y los hijos e hijas (para no molestar a los/las del lenguaje inclusivo) engendrados de forma natural por sus progenitores vía apareamiento copular o vía fecundación artificial. Una familia es esto y otros tipos de grupos inventados para contentar a muchas personas que odian los partidos de derecha, entre otras cosas por defender como familia solo el primer concepto y de paso ganar las correspondientes simpatías políticas de cara a las elecciones generales.
Civilizaciones antiguas ahogaban en un río a sus recién nacidos si resultaban ser niñas, en la actualidad muchas mujeres de países africanos son sometidas a la ablación genital y los países musulmanes siguen tratando mal a las mujeres, las obligan a cubrirse el cuerpo entero y son consideradas como meras reproductoras al servicio integral del hombre. Pero lo peor es que vienen a vivir a Europa para seguir observando exactamente las mismas costumbres y los mismo hábitos de vida que desarrollaban en sus países de origen, lo cual constituye una apisonadora que progresivamente va aniquilando la identidad europea. Los que decimos esto, no somos racistas o xenófobos, simplemente pedimos para ellos en nuestros países el mismo comportamiento que nos pedirían a nosotros si el proceso migratorio fuese a la inversa, no es un problema de xenofobia, sino de racionalización de la inmigración y de identidad de los pueblos, así de sencillo.
Si se trata el binomio machismo/feminismo sin histeria colectiva, podemos llegar a una solución equilibrada que castigue los casos reales de discriminación sexista sin necesidad de considerar a la mayoría de los hombres como machistas en potencia, lo cual se subraya como negativo y a la mayoría de las mujeres como feministas, lo cual se subraya como positivo, algo tan absurdo como considerar por ejemplo en medicina que el hipertiroidismo es malo, pero el hipotiroidismo es bueno o al revés.
En el 16 cumpleaños hoy de mi único varón y benjamín de mi familia, José Andrés Jr., he querido comenzar este artículo de la manera que lo he hecho para hacer un pequeño homenaje a este pequeño hombre de 190 cm de estatura cuyos corazón, talante, coraje, educación, nobleza y capacidad de trabajo lo hacen un gran hombre que promete una brillante proyección de futuro. Doy gracias a Dios por haber sido obsequiado en 2005 con esta maravilla de persona y este excelente hijo que siempre corresponde a su madre y a su padre y que llegó al mundo tras 3 hijas que son sus hermanas, las que piensan exactamente igual que yo en todo esto porque saben perfectamente que tan malo es el machismo como el feminismo y adoran y protegen a su pequeño hermano.
El FEMINISMO en realidad es el HEMBRISMO, es decir la “defensa” de la supremacía de la mujer, por encima del hombre.
Es decir, es el equivalente al MACHISMO, pero en las mujeres.
Dicho lo cual, MIS FELICITACIONES POR SUS 4 MARAVILLOSOS HIJOS, 1 CHICO Y 3 CHICAS.
¡Dios le ha bendecido con ellos!
Es usted bálsamo para el ego, gracias señor, Dios le bendiga.