El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no piensa rectificar la vía libre a los viajes de ocio de los turistas extranjeros mientras a los residentes en España no se les permite desplazarse entre comunidades autónomas.

Durante la sesión de control en el Congreso, el líder socialista se ha aferrado a que la Comisión Europea pide que no se cierren las fronteras para traslados intracomunitarios porque ello no garantiza que el virus deje de transmitirse y ha defendido que, al mantenerlas abiertas, está siguiendo las recomendaciones comunitarias. Además, ha subrayado que «las autonomías con menos incidencia tienen un nivel de retricciones menor».

Las directrices europeas también incluyen que cada país adopte sus propias medidas para controlar el virus, en el caso de España prohibir la movilidad entre autonomías, por lo que Sánchez entiende que está siguiendo adecuando las recomendaciones europeas.

«Lo que tenemos que hacer es aplicar controles y esto es lo que se está haciendo», justificó, citando la exigencia de PCR negativa a los turistas y defendiendo que los extranjeros que llegan a España tienen «las mismas restricciones que el resto de españoles».

Pero él solo volvió a dejar en evidencia la contradicción al insistir en que «lo que estamos trasladando a todos los ciudadanos (nacionales) es que se queden en sus casas«. «El acuerdo logrado en la interterritorial entre todas las comunidades y el ministerio de Sanidad es que por favor los españoles se queden en sus casas y no se muevan de sus provincias y a partir de ahí el Gobierno de España hace una política de respuesta al Covid coherente y consecuente con las recomendaciones de la Comisión Europea y de la autoridad sanitaria en el ámbito comunitario«, subrayó.

Sánchez se ha pronunciado sobre esta cuestión después de que el portavoz del PNV, Aitor Esteban, le preguntara si le parece que en la actual situación epidemiológica se justifican los viajes internacionales por ocio. El político vasco ha denunciado que las autoridades sanitarias piden un último esfuerzo y «se apela a no viajar pero mientras tanto los franceses y los alemanes campan a sus anchas para disfrutar de la libertad que no tienen en sus países de origen».

Además, ha cargado por la falta de controles en los aeropuertos. «Ni siquiera en Barajas», criticó, «no le digo ya en los vuelos de conexión . »A ver si esta política de relajación fronteriza va a ser pan para hoy y hambre para mañana«, advirtió.

Para Esteban, la continua llegada de aviones fletados mientras los nacionales carecen de movilidad dentro del territorio pone en cuestión la «credibilidad» de las políticas sanitarias por lo que ha podido medidas que no generen frustración en la ciudadanía para que haya convencimiento en seguir las normas. «No es momento de aplaudir la movilidad por ocio ni interno ni externo», ha continuado, pidiendo a Sánchez que traslade esta idea a los socios europeos porque «están preocupados pero nadie toma decisiones».

Bruselas pidió ayer «coherencia» en las restricciones para evitar situaciones como las que tendrán lugar en España en Semana Santa, con los turistas desembarcando por ocio mientras los españoles no pueden desplazarse a otro territorio a visitar a sus familias. Todos los grupos parlamentarios cargaron ayer contra esta incoherencia.

«El tiro por la culata»

Antes de este cara, Sánchez ha mantenido su habitual duelo parlamentario con el líder del PP, Pablo Casado, y una vez más han volado las acusaciones y los golpes dialécticos entre uno y otro.

El presidente popular ha vuelto a recriminar al socialista sus ataques a los gobiernos de Murcia, Castilla-León y Madrid y se ha jactado de que «el tiro le ha salido por la culata». «Tres intentos de atacarnos mediante mociones de censura y tres fracasos estrepitosos cosechados por usted», ha recriminado a Sánchez, exigiendo que reconozca que fue él quien «lo urdió todo».

Sánchez, por su parte, le ha replicado que le «da pena» ver al PP liderado por Casado y le ha pedido «pudor» en sus intervenciones en lugar de dar lecciones. Ha asegurado que Génova ha logrado mantener el gobierno murciano sustentándolo sobre la «corrupción y el transfuguismo».