Suma y sigue en Vox Málaga: Sevilla nombra coordinador en Torremolinos al consejero de una empresa municipal marcada por los escándalos
Hay piezas del puzzle de Vox Málaga que encajan tan fácilmente que prefiguran la imagen definitiva de un partido cuyos cargos son designados a dedo en base a criterios que no siempre tienen en cuenta la excelencia política ni los méritos curriculares. Uno de estos casos es el del recientemente nombrado coordinador del partido verde en Torremolinos, dependiente de la vicesecretaría de Organización, Antonio José Ureña Almagro. Vinculado laboralmente a la industria farmacéutica, Ureña venía colaborando como asesor del concejal del partido verde en la localidad y presidente provincial de Vox, Antonio Sevilla.
La mayoría de los militantes de Vox en el emblemático municipio costasoleño son muy críticos con la labor de Sevilla en el Ayuntamiento. El “caso Cuín” lo habría condenado al ostracismo de haberse producido en el ámbito de la empresa privada. Fue Antonio Sevilla quien auspició la presencia en las listas municipales, nada menos que como número dos, de una joven ambiciosa e inexperta que con su voto terminó dando la alcaldía al PSOE, el partido al que pertenece su compañero sentimental. Por las razones que sólo él conoce, Sevilla se “encaprichó” políticamente de Cuin, pese a las muchas advertencias en su contra.
No parece que a Sevilla le entusiasme mucho la gestión del negocio hotelero que heredó y que no pasa precisamente por sus mejores horas. Su adicción al poder político, aunque el suyo se trate de un liderazgo ficticio, parece que ha prendido fuertemente en él. Pese a su demostrada incompetencia al frente de Vox Málaga, Sevilla ha puesto sus ojos en cimas más altas. Su carencia de escrúpulos la conocen bien los militantes críticos de Torremolinos. Ha traicionado a José Enrique Lara, su predecesor en el cargo y el hombre al que se lo debe todo, y terminará traicionando a “Barbie” con tal de conseguir el escaño en el Congreso que tanto ansía.
Sevilla es un felón político, solterón, escurridizo y enamoradizo, del que nada grande cabe esperar. Su incapacidad para hacer equipo lo pone de manifiesto la dimisión de tres miembros de la ejecutiva provincial en un mes. Su lacayismo lo pone de manifiesto su penoso papel de líder de papel a las órdenes de quien todavía vale menos que él. Ahora ha decidido que Antonio José Ureña sea su lugarteniente en Torremolinos. De Ureña hay que empezar destacando su vinculación con la empresa municipal Litosa, cuestionada por la mala gestión del servicio de limpieza en el municipio.
Litosa es también un nido de contrataciones cuando menos sospechosas. Mediante un procedimiento selectivo hecho a medida, el Ayuntamiento de Torremolinos ha contratado como asesora jurídica de la empresa municipal de limpieza a Montserrat Reyes, ex viceconsejera de Educación, Cultura y Deporte de la Junta durante el Gobierno del PSOE. Reyes percibirá 42.000 euros al año por sus consejos a la compañía local Limpieza de Torremolinos SA, Litosa.
De momento, el proceso se encuentra a falta solo de que cumpla el plazo de alegaciones después de que ya se hayan publicado las puntuaciones obtenidas por los dos finalistas, ganando de calle Reyes, antigua mano derecha de Luciano Alonso en todos y cada uno de los puestos que el exconsejero iba ocupando en el organigrama de la Junta de Andalucía.
Hemos tenido acceso al acta en la que el secretario del tribunal, reunido el martes 19 de enero, certifica la puntuación final de los dos candidatos que finalmente optaron al puesto, que en principio se contrata como eventual con una duración de un año. Antes, habían sido excluidas del proceso otras cinco personas por diferentes motivos.
Y Reyes ganó por goleada. Su puntuación, después de baremar sus méritos académicos, laborales y la entrevista personal, es de 84 puntos frente a los 19 de su oponente. Una diferencia que se basa en la mucho mejor valoración que obtuvo en la entrevista (22 frente a 9 puntos), en sus méritos académicos (37 frente a 10) y en los profesionales (25 frente a 0).
Es en este último apartado donde más llama la atención el baremo que incluyen las bases para la selección del puesto aprobadas el 10 de diciembre pasado. Pues en ellas se establece como único aspecto a valorar la experiencia en la dirección o gestión «de entidades públicas o privadas relacionadas directamente con la dinamización económica, empresarial, cultural, deportiva, turística, especialmente de sectores productivos y de emprendimiento y gestión de equipos». Y se otorgan tres puntos por año trabajado hasta un máximo de 25. Reyes se los queda todos, por ninguno de su contrincante.
Es decir, que prácticamente se enumeran los destinos profesionales que la próxima asesora de Litosa fue teniendo en la administración autonómica.
Profesionales de otras empresas de limpieza que trabajan con grandes ayuntamientos esgrimen su extrañeza ante unas bases así. «No tiene ningún sentido», aseguran. Entre las funciones que ahora tendrá la nueva asesora de Litosa no hay nada referente a la cultura y al deporte. Sí a la contratación, a los recursos humanos, a la captación de subvenciones y a la agenda de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 2030.
El hombre de confianza de Sevilla no se ha pronunciado aún sobre este escandaloso nombramiento. La exviceconsejera comenzó su carrera política como concejal del PSOE de esta localidad de la Costa del Sol (llegó a ser portavoz de este partido en el Consistorio y candidata a alcaldesa). Pero después escaló a cotas mucho más altas cuando entró en la órbita de Luciano Alonso y el malagueño vivía sus días de relumbrón en la Junta.
Primero fue directora y secretaria general de Turismo, entre 2008 y 2011. Después, secretaria general de Cultura. Cuando José Antonio Griñán creó la macroconsejería de Educación, Cultura y Deporte, ocupó el cargo de viceconsejera de este departamento.
Posteriormente, en diciembre de 2016, fue nombrada directora gerente de Andalucía Emprende. Fue el momento en que se produjo la caída en desgracia de Alonso, que abandonó el Parlamento andaluz en diciembre de 2016 tras ser procesado judicialmente por haber colocado «cargos fantasma» en el Centro Andaluz de Flamenco y la Filmoteca de Andalucía; asunto del que sería absuelto.
Ésa es precisamente la última ocupación de Reyes publicada en el curriculum que cuelga en la red social LinkeIn. Con la llegada del PP y Ciudadanos al Gobierno de la Junta, la trepa cesó en sus funciones.
Paralelamente a la contratación de Montserrat Reyes, el Ayuntamiento de Torremolinos también ha firmado otro decreto de contratación como asesor de Alcaldía de quien fuera candidato a alcalde por el PSOE Juan Ortuño. Ortuño, que percibirá 50.500 euros al año, se une a la larga lista de asesores que ha ido contratando el alcalde José Ortiz, que se mantiene en el cargo gracias al apoyo de la edil tránsfuga de Vox Lucía Cuin.