El manual de comunicación de Vox ha salido a la luz. En un dossier de 14 páginas, la formación de Abascal detalla minuciosamente cómo tienen que actuar las delegaciones provinciales del partido a la hora de comunicarse con con la prensa y en las redes sociales. Una de las controvertidas medidas de Vox es vetar los medios no afines, según ha adelantado eldiario.es.

Concretamente, esta medida dicta que se tienen que rechazar las entrevistas a medios que no comulguen con la ideología del partido y no atender a aquellos profesionales que quieran “hacer una información malintencionada”, de hecho la norma no acaba aquí y manda no responder periodistas u otros partidos sin la luz verde de la Vicesecretaría de Comunicación del partido.

En el mismo dossier, también se detalla que “nunca hay la obligación de conceder una entrevista o facilitar información a los medios de comunicación”, pero, además, se explicita que si el medio de comunicación es poco afín se tiene que rechazar y que la información sobre el partido la tiene que gestionar la propia formación y nunca un medio de comunicación.

Al mismo tiempo, la formación de también transmite a sus filiales que “si se sospecha” que un medio “puede manipular” sus palabras o confeccionar “información malintencionada”, siempre contra el partido, “se tiene que rechazar cualquier tipo de colaboración”.

Redes sociales

A nivel de redes sociales, como podría ser una cuenta de Facebook o de Instagram, la formación ordena ponerse en contacto con la Vicesecretaría de comunicación para comunicarle quien será el encargado de gestionar aquella cuenta i su teléfono móvil. En Twitter, sin embargo, incluyen también la obligación de enviar la contraseña y el enlace al perfil de la cuenta.

En relación a los mensajes que se difunden a través de estas cuentas provinciales del partido verde, el partido obligar a no posicionar sobre aquellos “temas nacionales” de los cuales el propio partido todavía no se ha posicionado y recomienda “adaptar su discurso a cada provincia y municipio”. En el dossier de comunicación ponen un ejemplo muy claro: “si nos queremos quejar del estado del asfaltado de una calle, lo relacionamos con el uso del dinero público para finalidades que no interesan a los ciudadanos de nuestro municipio: subvenciones a partidos separatistas, a organizaciones feministas radicales”.