En Vox Málaga no impera la igualdad ni mucho menos la meritocracia
(Afiliados críticos a la Gestora/Remitido) Un país no puede progresar promoviendo la mediocridad. Se necesitan líderes preparados, capaces de pensar en el futuro, de resolver los problemas, de hallar soluciones creativas. Es conocido el accidente que tuvo lugar en Vélez Málaga recientemente: un piloto sufrió un desvanecimiento, y al ir acompañado de un amigo sin nociones de vuelo, cayó en picado. De igual modo, nadie le diría al grumete que condujera un barco si el capitán se encuentra indispuesto. Muchos mandatarios tampoco estaban preparados para hacer frente a un problema tan complejo como la pandemia. No es difícil saber que algunos no sabrán resolver las crisis económicas, sanitarias, sociales, culturales y de todo tipo que se avecinan. No les falta preparación a muchos, pero carecen de afán investigador, de vocación para hacer bien las cosas. Por este motivo, a la hora de nombrar un cargo, se aplica el principio de igualdad, méritos y capacidad para los funcionarios púbicos. Es decir, este principio se extrapola, por analogía, en la selección de personal para cualquier puesto, también político. “No hay mayor igualdad que la meritocracia. El mérito debe marcar el ascenso de cada ciudadano en su vida laboral y profesional. No obstante, a la hora de progresar en una empresa, los factores preponderantes deberían ser el esfuerzo y la capacidad. La meritocracia es la igualdad.
“La desigualdad es la causa y la consecuencia del fracaso del sistema político, y contribuye a la inestabilidad de nuestro sistema económico, lo que a su vez contribuye a aumentar la desigualdad”, afirmó Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía (2001). Esta igualdad se basa en no favorecer el amiguismo para ningún puesto, si bien es necesaria cierta compatibilidad entre sus miembros a la hora de establecer un equipo de trabajo, no se puede escoger a quien no lo merece, y menos en un cargo de responsabilidad política, porque conduce al más absoluto fracaso.
En Málaga, el Comité ejecutivo provincial (CEP) de Vox está seleccionando a responsables para los puestos que constituirán la Gestora provincial. Las críticas y denuncias se suceden sin cesar: un bombero, que con toda probabilidad irá en las listas a concejal y que ya ha renunciado anteriormente por considerar escasa la remuneración pertinente, pero persisten en nombrarlo; un abogado, perseguido por haberse apropiado indebidamente de una suma importante de dinero, como supuestamente parece haber sucedido, según afirma el denunciante argentino que se la reclama; una señora de pelo rojizo, camarera para más señas, que sin tener formación se designa como responsable de juventud; para la vicesecretaría de Formación, se elige a un señor sin capacidad, que no sabe ni de Didáctica, que es necesaria a la hora de enseñar, ni de leyes, que se precisan a la hora de preparar al alumnado en este sector formativo. Y así, suma y sigue, para otros puestos, se escogen a vulgares trepas que permanecieron callados para dar el salto al poder. No hay orden ni concierto, se necesita una mano firme que imponga orden, pero también que se preocupe de que se seleccione adecuadamente a los responsables del partido malagueño.
La desunión impera: se ha creado una Plataforma reivindicativa, presidida por Xavi Altamirano, que pretende congregar en arduas manifestaciones políticas a unos cuantos ex viveristas despistados para reivindicar sus legítimos derechos, y así poder presentarse a unas futuras elecciones al CEP; se va a crear, por otro lado, una interesante Asociación para la defensa del patrimonio histórico y cultural que defendería a Vox y reuniría también a ex viveristas y ex laristas; y por otro lado, hay unos intelectuales que claman contra estas divisiones y miran hacia José Enrique Lara como una persona de mano dura que sería artífice, para algunos solo en la sombra, de una posible unión entre todos los laristas y ex viveristas. Solo la selección de responsables políticos por méritos y capacidad, en condiciones de igualdad, dará lugar a una reunificación necesaria en Vox Málaga. Y podría hacerse desde la misma Gestora provincial si a la hora de elegir a sus responsables contemplara los méritos y la capacidad en condiciones de igualdad.