Sobre el bable y un desafortunado artículo de Alerta Digital
Jaime Fernández Suárez.- Me dirijo a ustedes después de mucho meditar si hacerlo o no, por lo que, verán que me voy a referir a una noticia que publicaron hace ya mucho.
En primer lugar quisiera presentarme. Soy asturiano nacido en zona rural y paso de los cuarenta años. Tengo estudios universitarios, soy honrado, trabajador y soy padre de familia, católico y practicante. Espero que eso sirva para que se hagan una idea de mi perfil.
El 30 de mayo de 2020 publicaron ustedes una noticia criticando a “Andecha Astur”, aludiendo a que querían hacer oficial una jerga.
Vayamos por partes:
Andecha Astur es para mi tan despreciable como para el que haya escrito el artículo. Es más, conozco a esa calaña de primera mano, y no simplemente de “oídas”. Eso tiene que quedar claro.
Por otro lado, el que haya escrito este artículo demuestra cierta ignorancia (o mucha) por varios motivos. El bable, que ahora gustan de llamar “asturianu”, lo cual tampoco es incorrecto, no es un dialecto, aunque se defendió tal teoría durante años. Es una lengua española romance que surgió de forma independiente a partir del latín como el resto de las peninsulares. Esto no es que lo diga yo; la historia y la filogía lo pueden demostrar.
Es cierto que durante años de influencia del castellano el bable ha recibido influencia de éste y que el castellano hablado por los asturianos ha adoptado peculiaridades propias de aquel, por lo que habrá quien (por desconocimiento, sin duda) diga que estamos ante un dialecto o una forma del castellano hablada en Asturias. No es así. Todo esto es demostrable, no es capricho mío.
Pero la mayor incorrección que arroja ese artículo es referirse al asturiano como “jerga”, lo cual he visto que también han hecho en ocasiones con el catalán.
Una jerga, (en bable “xíriga”, ya que estamos) es una variante de un idioma que surge como un código peculiar entre algún gremio u oficio. Es muy conocida la jerga de los zapateros de Pimiango (Asturias). Se trata de una serie de modismos lingüísticos y vocabulario que durante siglos de relación entre artesanos o trabajadores de algún oficio van gestando todo un “código” que utilizan entre ellos…
Perdón por entretenerme demasiado en todo esto. Iré al grano y le explicaré mi malestar.
La gente de las ciudades ha perdido mucho el bable. También han llegado personas de fuera de Asturias que no lo hablan. Eso genera la sensación de que el bable es un invento… que nadie lo habla salvo los “rojos” o asturianistas que los quieren reimplantar…
Hay de todo un poco. Yo siempre he hablado bable en mi casa. Nadie me lo enseñó en la escuela, pues no había ninguna asignatura al respecto. Pero es mi lengua materna, que hablo con tanta soltura como el español, y es en la que pienso. No me la he inventado.
Entiendo que por enfatizar y dar batalla a esta “gentuza”, se dejen llevar por la pasión y tiendan a desprestigiar su simbología, pero, por favor, no caigan en el error de ir en contra de la cultura asturiana, pues somos muchos los asturianos que estamos henchidos y orgullosos de ella y no es exclusiva de estos majaderos, muchos de los cuales no tienen nada de asturianos (hijos de gente venida de otras regiones) y tratan de aprender artificialmente cualquier cosa que suene diferente del español con tal de sentirse diferentes.
En España, la izquierda radical, y los “rojo-separatistas” aún más, aprovechan cualquier peculiaridad regional o local para enrolarse en una banda de facinerosos tras una bandera, idioma, o fecha conmemorativa absurda que les permita la subversión contra el Estado. Saben de qué hablo.
Pero no cometan este error. Somos muchos los asturianos “de pueblo” que hablamos el bable de verdad sin nada de artificial y somos patriotas españoles y católicos. No ataquen nuestro idioma ni nuestros símbolos por el mero hecho de que una banda de sinvergüenzas los utilice exclusivizándolos para su deplorable causa.
Asimismo me permito decirles que aunque recelo de la normalización del bable y su oficialidad, es más por miedo a que se desvirtúe el idioma auténtico, que es tan diverso como los muchos valles de mi tierra que porque sirva de lanzadera al nacionalismo.
La derecha tiende a interpretar la oficialidad del asturiano y su defensa como un paso hacia la “abertzalización” de Asturias. El error es permitir que se apropien de esa defensa exclusivamente. Mucha gente de los pueblos somos tradicionales, católicos y nos sentimos muy españoles y no permitiremos que esos “perroflautas”, “rojo-separatistas” se apropien de nuestros símbolos y cultura. Sólo les pido que no les faciliten el trabajo.
Llevo años leyendo su publicación y créanme que si no les escribo estas líneas no podría seguir haciéndolo con tranquilidad.
Finalmente les añadiré si les sirve para que se hagan una mejor idea de mi sentir y de dónde viene esta opinión, que mis dos abuelos combatieron en el Bando Nacional, y uno de ellos en los primeros meses sufrió cautiverio por ser miembro de Acción Católica. Tuve la suerte de conocer a ambos. Los dos hablaban bable. No era una jerga.
Les ruego tengan a bien leer esta “carta” que escribo con el mayor de mis respetos, y cuyo fin es sólo aportarles información real, veraz y bienintencionada.
Un saludo en Cristo Rey.
De acuerdo en la mayoría de lo que dice, la derecha tiende a la simplificación lingüísitca y al desprecio de las lenguas minoritarias y eso deja el hueco a la izquierda que lo patrimonializa. No entiendo porque se ve patrimonio en Santa María del Naranco y no se ve en una lengua que ha sobrevivido muchos cientos de años. No comparto el que Jaime Fernández utilice el catolicismo como pasaporte de bondad porque en él se ve que usar términos como “despreciables”, “gentuza” o “perroflautas” para insultar a quien no opina como tú es bastante poco cristiano.
Asturias, cuna de la Reconquista…Vd. don Jaime con sus palabras, fiel a sus antepasados, honra a España.
Muy bien explicado…. y le apoyo. Y sin entrar en paralelismos, yo soy de la provincia de Huesca y con La Fabla aragonesa pasa lo mismo.
Pero claro, casi todas las organizaciones de defensa de esta lengua son radicales de izquierda y todo eso confunde.
Y una cosa es hablar una lengua materna directamente originaria del latin, por la desromanización de España…..como el Bable o la Fabla y otra imponer estas lenguas a quien no las habla.
Saludos
Y por qué una lengua española (el castellano) sí se puede imponer a quien no lo habla y otra (aragonés, asturiano, etc.) no? Todas son igual de españolas y deberían de estar al mismo nivel. Lo contrario es anti-España, una concepción equivocada de lo que es España.
Creo que usted confunde el tocino con la velocidad…
Desconozco cuantas personas pueden utilizar el bable como primera lengua, pero supongo que serán unos pocos miles de personas.
Lo mismo sucede con la fabla aragonesa, por ejemplo.
¿Isted cree que ello “justifica” el pretenden IMPONERLAS COMO LENGUAS OFICIALES, O COOFICIALES…?
Repito, usted confunde el tocino con la velocidad.
Pienso lo mismo que el autor del artículo y que usted. Yo también soy de Huesca, de La Ribagorza, y soy hablante del idioma que allí se habla, y que llamamos el chapurréau, o la fabla, aunque ésta admite diversas modalidades o variantes, en función del valle o la zona geográfica de procedencia: el patúes (valle de Benasque), el chistavino (valle de Gistaín), etc. De cualquier forma, una cosa es conservarlas, casi como objeto de laboratorio, y con unos hablantes que van muriendo por centenares cada año (con lo cual en pocos años habrán desaparecido los hablantes), y otra bien… Leer más »
Gracias Don Ramiro, totalmente de acuerdo con usted.
Y aparte… recuerdo que un dia coincidimos en la Plaza Albert Schweitzer ( plaza de Los Agustinos ) y nos saludamos, espero otro dia encontrarme con usted. Saludos paisano