En los últimos días, se confirmó que las autoridades de la teocracia islámica iraní recibirán 150.000 vacunas contra el coronavirus de la empresa estadounidense Pfizer, que la desarrolló junto al laboratorio alemán BioNTech.

En un primer momento, había trascendido que el régimen chiita quiso comprar estas vacunas, pero toda la transacción iba a ser altamente perjudicial para la imagen de la teocracia ya que Estados Unidos es su principal enemigo en el mundo.

De todos modos, a pesar de que no las van a comprar, lograron que le lleguen al país a través de una “donación caritativa”, y el régimen lo aceptarán de brazos abiertos. La donación viene de parte de COVAX, el Fondo de Acceso Global para Vacunas COVID-19, organización dirigida por la Organización Mundial de la Salud, aliada al régimen chino de Xi Jinping.

Sin embargo, ni el régimen iraní ni COVAX dieron mucha información del asunto, e incluso diversos funcionarios del país islámico afirmaron que la donación es de “un grupo de filántropos millonarios americanos que donaron de forma anónima y no sabíamos que venía de Estados Unidos”.

Debido a las sanciones internacionales en contra de la dictadura iraní, a ésta también se le complicaba la compra de vacunas a la mayoría de los otros países occidentales. A pesar de que Irán es aliado del régimen chino, no quisieron comprar la vacuna Sinovac china, la cuál tiene muchas deficiencias y ni siquiera está siendo aplicada en China, quienes a su vez también decidieron comprar la vacuna Pfizer.

Mientras tanto, el régimen iraní asegura que está produciendo su propia vacuna a través de la empresa Setad, controlada por el Estado, pero ni siquiera comenzaron con la Fase 1 y no parece que estará lista hasta fines de 2021.

El Ayatollah prometió que las vacunas administradas, tanto las de Pfizer como las propias (si es que logran alguna vez hacerla), serán ofrecidas a la ciudadanía de forma totalmente gratuita. Las 150.000 vacunas estadounidense serán repartidas gratuitamente, como confirmó el director de la Media Luna Roja iraní (Cruz Roja de los países musulmanes), Karim Hemmati, aunque no hay detalles de cómo serán repartidas y a quiénes primero.

Cabe recordar que Irán es de los países más afectados por la pandemia del virus chino y por creces el más afectado en Medio Oriente, habiendo llegado a más de 1 millón de contagios y casi 55 mil muertos, con una población de 80 millones de personas.

Cifras oficiales que ya de por sí son muy cuestionadas por diversas organizaciones médicas y científicas, que aseguran que el número real es tres o cuatro veces mayor.