Cómo salir de la crisis del otoño con la sombra de las restricciones
Eso es lo que actualmente se están preguntando muchos autónomos que ven cómo, nuevamente, la sombra del Covid19 acecha sobre sus negocios.
Tras la última reunión del comité interterritorial con el Ministerio de Sanidad, parece que las poblaciones con índices de contagio elevadas van a volver a restringir los aforos e incluso vuelve a planear la sombra de confinamientos selectivos o incluso restricciones de movilidad.
“Para muchos autónomos y comercios pequeños es una situación mucho más complicada de lo que parece. En primavera todos remábamos en la misma dirección y, pese a las complicaciones económicas, se consiguió aguantar. Ahora es mucho más complicado hacer frente a todo tipo de préstamos a corto plazo, lo que lastra aún más a este tipo de emprendedores” explican los economistas.
Aún así, hay ciertos puntos que pueden tomarse en cuenta para intentar salvar en la medida de lo posible la situación en el presente.
El primero pasa por apostar por la proximidad y digitalización.
¿Cómo se conjugan ambas a la vez? Está claro que si algo ha traído la pandemia es la vuelta al comercio de barrio para muchos, precisamente, para evitar caminatas o desplazamientos innecesarios cuando las medidas restrictivas se ponen en marcha.
Comercios pequeños han ido sobreviviendo gracias al consumo del vecino de calle, lo que hace que haya que empezar a reinventarse para ser realmente la respuesta a la demanda de zona, sin olvidar tampoco que, gracias a la digitalización, se seguirá teniendo un escaparate para clientes no tan próximos geográficamente.
De ahí que se necesiten dos enfoques: el primero para el cliente de proximidad y, el segundo, para el cliente que llegue a través de la pantalla gracias a la marca, las campañas publicitarias online o el boca-oreja.
Sin embargo, ¿cómo conseguir salir adelante? Hay varias fórmulas para quien de verdad ve peligrar su viabilidad y quiere pelearla. Los créditos rápidos permitirían hacer frente a deudas inmediatas que, a falta de pago, podrían suponer un problema para seguir adelante, y, a partir de ahí, habría que hacer un plan económico que permita la continuidad real, sin intentar fantasear con golpes de suerte.
Si hiciera falta, es el momento de reinventarse, aprender de la situación de primavera y sacar partido. Hacer un análisis de la situación del negocio y sector será vital: ¿qué fue lo que funcionó mejor? ¿qué carencias hubo entonces que hoy podrían cubrirse con un poco de previsión? ¿merece la pena hacer stock de ese tipo de producto? ¿cuál fue el servicio más demandado? ¿qué es necesario para seguir adelante?
Obviamente es necesario tener un plan de viabilidad, pero es, sin duda, el momento de apostar por modificar el devenir, adaptarse a la demanda real que sirva de reclamo y referencia en la distancia corta y abrir todo un abanico de posibilidades a dar servicio a quien no llegue por lejanía.
“Los acuerdos entre empresas pueden ser también clave para salir adelante. El hecho de incluso compartir gastos de envío y beneficiar al cliente sería un win win” comentan.