Una de las noticias de las que se está hablando estos últimos días es la última estrategia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el superávit de los Ayuntamientos. ¿En qué consiste? En pocas palabras, los Ayuntamientos -que han hecho un gran trabajo- gracias a su capacidad de ahorro, obtienen más beneficios que gastos. Por lo tanto, estos gastos podrían ser utilizados por los mismos para mejorar las instalaciones de los municipios, políticas sociales, educativas… Sin embargo, el gobierno de pedro Sánchez ha rechazado esta premisa y ha advertido a los Ayuntamientos que este dinero se le tendrá que dar al Estado.

Un dinero que se devolverá de nuevo en un plazo de diez años según Sánchez, pero quince tal y como consta en el BOE. Se trata de una decisión que no está siendo bien acogida por muchos alcaldes. Uno de ellos es Xavier Garcia Albiol, alcalde-presidente de Badalona y antiguo líder del Partido Popular en Cataluña. Esta mañana, en COPE, ha contado que Sánchez quiere llevar a cabo un acto que él mismo califica “de pillaje.”. El popular cree que este dinero, este superávit, debería ser utilizado por los propios ayuntamientos para mejorar “los servicios de los vecinos” en lugar de ser enviado al Gobierno. Para él no solo se trata de un “escándalo”, sino también de una completa “humillación a los ayuntamientos”

“No hay voluntad de ayudar” ha afirmado, y a continuación ha añadido que su voluntad es la de dar “la cara frente a los vecinos”, mientras que ella de Sánchez es castigar a todas las ciudades y pueblos.

“Va a quedarse con el dinero de los Ayuntamientos porque lo necesita pero estamos frente al Gobierno de España más numeroso y con la mayor estructura política” ha criticado a lo que ha propuesto que tal vez “deberían plantearse reducir el número de ministerios y altos cargos”.

La lucha contra la ocupación en Cataluña

La ocupación se ha convertido en una de las grandes preocupaciones en España y en Cataluña. De hecho, el alcalde de Badalona ha confesado que hay zonas de la ciudad en la que hay vecinos “que lo están pasando realmente mal” y ha afirmado orgulloso, que en tres meses que lleva el de alcalde han desocupado más viviendas “que en los últimos siete años”.

Cuando se produce una ocupación, se ponen en contacto con el propietario para invitarlos a que presenten una denuncia y hacen un seguimiento del procedimiento, ha explicado Albiol.

Asimismo ha calificado de “falacia” el discurso que se ofrece sobre que la gran mayoría de los okupas son personas sin recursos. Albiol admite que una mínima parte se ven obligados a ocupar por una grave situación de crisis. Sin embargo, en la gran mayoría “se ha convertido en una forma de vivir” y “porque es un negocio muy suculento por parte de las mafias”.El alcalde de Badalona considera que se trata de un hecho que se debe afrontar mediante “un cambio legislativo para que la ocupación sea castigadas” o de lo contrario habrá serios problemas “de convivencia”.

Si bien debería ser la Federacion Española Municipios (FEM) la que reclamara estos cambios legislativos, Albiol no tiene “mucha fe”, ya que se ha puesto en evidencia que solo está sirviendo “para tapar las vergüenzas del Gobierno de España”. También ha querido criticar la norma no escrita que afirma que si pasan 48 horas de la ocupación, esta ya podría estar consolidada. Se trata de una interpretación “por parte de los jueves”. Algo que califica de “despropósito” ya que causa una sensación de “desmoralización hacia el propietario”, y exige que el Gobierno “afronte esta realidad” porque es un problema “muy complejo”.

La independencia en Cataluña

Xavier García Albiol cree que los apoyos al secesionismo generan cada vez “menos entusiasmo”. Si bien es cierto que existe una gran parte de la población que aún apoya la independencia, cree que es necesario remarcar “que cada día está perdiendo más fuerza”. Por ello, Albiol considera que tienen que actuar en las próximas municipales con un proyecto contra el independentismo y está convencido de que “podría haber alguna sorpresa”, a pesar de que el sistema electoral catalán es complicado.