Rositsa Nikolova.- Soy búlgara y llevo viviendo en Benidorm desde 2001. Soy madre soltera de dos hijos, una de 18 y otro de nueve. Este es un sitio precioso, me enamoré de él en cuanto lo vi. Lo malo es que la única salida laboral aquí es la relacionada con la hostelería y el turismo, los sectores más afectados por el Covid-19.

En los casi 20 años que llevo aquí siempre he tenido trabajo temporal con contratos de un máximo de un año. Todos los años tenía que empezar desde cero por lo menos una vez. Aún así, siempre a los pocos meses de echar el paro me volvía a salir algún empleo.

Eso pensé a finales de octubre del año pasado, cuando terminé el enésimo contrato temporal en el enésimo hotel. Eché el paro, tenía ocho meses, que ya se están acabando.

Nadie pensó en las personas a las que el estado de alarma las pilló estando en el paro. A nadie se le ocurrió congelar o prolongar los paros a los cientos de miles de personas en la misma situación que yo.

Aunque el estado de alarma ya no es activo, quienes no estábamos fijos en ninguna empresa lo tenemos imposible para encontrar trabajo de aquí hasta por lo menos la Semana Santa del año que viene.

En Benidorm han abierto un 30 por ciento de los hoteles y trabajan a un 30 por ciento de ocupación. Todavía no han sacado a todos los empleados que tienen en los ERTE.

¿Cuando nos tocará a los eventuales tener un sueldo? Podríamos vivir mis dos hijos y yo con 420 euros de ayuda familiar y pagando alquiler? Sinceramente la situación es desesperante, agobiante y muy dura. Y no, tampoco puedo “permitirme el lujo” de pillar una depresión porque entonces qué sería de mis hijos.

* Rositsa Nikolova Sidova vive en Benidorm.