Uno de los aspectos más importantes en el diseño de una granja es su sistema de ventilación, porque es tan vital para los animales como pueden serlo la alimentación o el tipo de nave en la que habitan para optimizar costes aprovechando adecuadamente el espacio.

En el interior es necesario que se mantengan unos parámetros óptimos de temperatura, humedad y sensación térmica. Por eso son importantes los extractores aspirantes de aire para granjas, sobre todo para controlar la humedad cuando va cambiando la temperatura ambiente. Un buen aislamiento térmico se hace imprescindible cuando se trata de granjas.

De la importancia de la ventilación en las granjas de animales saben bien los profesionales del sector. Los animales necesitan vivir en buenas condiciones para que la producción sea asimismo buena. Para lograr el bienestar animal y seguridad para consumidores, productores y ganaderos es imprescindible que las granjas tengan esas condiciones óptimas de ventilación.

Los consumidores se interesan cada vez más por saber del origen de lo que consumen y las condiciones de bienestar en las que viven los animales. Hay un consumidor preocupado que es cada vez más exigente y está más informado. Por eso hay que gestionar sus condiciones de vida, a sabiendas además de que el bienestar del animal influye en la calidad final del producto.

¿Y qué es el bienestar animal?

Se trata de un conjunto de medidas destinadas a conseguir una buena calidad del producto y unos condicionantes de vida óptimos que tienen entre otros objetivos la prevención de enfermedades y una convivencia sin estrés.

Los factores ambientales como la ventilación, la temperatura o el ruido tienen una influencia directa sobre ese estrés del animal. Y teniendo presente que más allá de la búsqueda de una calidad de vida para el animal, hay un legislación por parte del Estado que impone unas normas mínimas que hay que cumplir para lograr ese bienestar animal.

Por ejemplo, las condiciones ambientales tienen que ser óptimas evitando la acumulación del polvo que puede acabar afectando a las vías respiratorias de los animales: un grado desfavorable de humedad provoca demasiada condensación. O podemos atender a la iluminación, en el sentido de que ésta no sea excesivamente artificial.

Los animales deben estar protegidos ante las inclemencias climáticas, así se evitan enfermedades con su consecuente impacto en la economía del ganadero y su producción. La introducción de ventiladores industriales o sistemas de vaporización mejora la calidad de vida de los animales a la vez que los niveles de producción.

Ventilar para mejorar el rendimiento

Al final lo más importante es la calidad del producto. Porque sólo la cantidad no es suficiente para sacar rentabilidad a la granja. Y para llegar hasta esa calidad hay que cuidar del bienestar del animal. Una mala calidad de vida puede ocasionar enfermedades e incluso en las peores condiciones, provocar la muerte del animal.

La granja ha de estar aclimatada a las diferentes estaciones del año, en el sentido de abrigar a los animales frente a los fríos más extremos y refrescarles cuando las temperaturas suben. De hecho en las épocas más cálidas la ventilación es elemental para evitar ese efecto invernadero que puede crearse cuando se juntan tantas unidades animales bajo el techo de una misma nave.

Hay que tener en cuenta los riesgos ambientales de las granjas como un factor clave en la rentabilidad de las mismas. Los animales necesitan tener ventilación suficiente para evitarles un estrés innecesario. Por eso un buen sistema de ventilación es imprescindible para mantener a salvo el negocio.