No diga traidor, diga John Bolton
Por Orlando Avendaño.- A John Bolton probablemente lo motiva la sed de venganza. Pero también el dinero, no hay otra explicación. El hombre se quiere hacer rico a costa de su reputación, su carrera y su legado. Por ello publica un libro, en el marco de una campaña presidencial, contra su antiguo jefe, al que ahora pretende destruir. Pero el problema es que no solamente va contra su ex jefe sino contra sus aliados de siempre.
John Bolton, republicano de larga data, ha servido a cuatro administraciones del Grand Old Party: Ronald Reagan, George Bush padre, George Bush hijo y Donald Trump. Fue embajador ante las Naciones Unidas, vicefiscal, subsecretario de Estado y, finalmente, consejero de Seguridad Nacional. Además, ha sido comentarista de Fox News desde 2006 y siempre ha estado vinculado a think tanks y organizaciones conservadoras.
Pero John Bolton, quien sufrió un despido poco elegante, no ha guardado ni un gramo de lealtad a quienes fueron sus empleadores y hoy se propone dejar a los republicanos sin la presidencia de los Estados Unidos. Es una jugada bastante mezquina.
Donald Trump aún sigue en la Casa Blanca y el embajador está revelando en su libro cuestiones tan sensibles como reuniones privadas de Trump con otros jefes de Estado, opiniones del presidente sobre asuntos de seguridad nacional y, también, publicando distorsiones de la realidad. Es además muy tosco. Una lectura a vuelo rasante hizo que me diera cuenta de su naturaleza pedante y ególatra. Lo tonto es que se atribuye tanto error e ingenuidad posible. Por ejemplo, en lo tocante a Venezuela, en todo un capítulo, se retrata a sí mismo, y a su paso por la Casa Blanca, como un cúmulo de irrelevancias, ingenuidad, pocas agallas y errores. A Trump lo pinta, en cambio, como a un astuto y amoral empresario cuya intuición parecía sobreponerse a la falta de espuelas de sus asesores. Es decir: Bolton nos reveló que Trump es Trump. Vaya sorpresa.
En The Atlantic, entiéndase los enemigos tradicionales de John Bolton, le dedicaron todo un artículo para aplaudirle la publicación del libro. Thomas Wright le agradece a Bolton su sinceridad y le agradece el hecho de que sus esfuerzos estén, según él, dinamitando la candidatura a la reelección de Donald Trump. Como escribió Ramón Pérez-Maura: «Algo no va bien cuando tus enemigos desde hace décadas de repente elogian tu libro».
Y así es como busca pasar a la historia John Bolton: como el republicano que le dañó la partida a los republicanos. Su apuesta es grande, podría generarle mucho dinero ha enterrado su carrera y su reputación. Sus otrora aliados hoy lo odian, y esos que por siempre fueron sus enemigos, aunque ahora lo elogien, jamás lo verán como uno de ellos. La verdad es que a los traidores nadie los quiere.
John Bolton nunca ha sido de fiar. Es un “neo conservador”, lacayo de las multinacionales y promotor de guerras criminales como el de Irak y otros que siempre han marcado la politica exterior de EEUU. Cuando Trump estaba en negociaciones con Kim Jung Un, Bolton dinamitó todo a proposito. Trump y Kim Jung Un se llevaban bien, y fue Bolton a decir que a Corea del Norte se le debía aplicar la “solución de Libya”, lo cual dejó a los coreanos perplejos y les hizo cortar las relaciones con Trump, echando todo el trabajo de Trump a perder. Meter a… Leer más »
Exacto, el traidor es el odiado por todos por antonomasia. Nunca será de fiar para sus nuevos aliados, que jamás le darán cargos relevantes, sabiendo que los traicionados se lo dieron todo. Es lo más bajo de lo peor. Kim Philby, tras huir a la URSS, fue ascendido a coronel, sin mando en nada, y sometido a vigilancia el resto de su vida por el KGB hasta su muerte.Ese es el destino de los traidores.
Creo que John Bolton debió ver el programa de Jorge Javier Vázquez Sálvame Deluxe o algo así y en el se ha inspirado aquí están quizás en quién se ha inspirado para su libro
La reputación de este señor, un hombre de política que tiene un currículum intachable desempeñando cargos altísimos desde hace años, que ha servido a presidentes históricos, no quedará ni con un rasguño. Por el contrario, el más damnificado será ese personajillo, actor de realities y empresario gracias al dinero de su padre (de piel naranja) que solo vive para alimentar su ego. Caerá con estrépito y sólo le recordarán por sus escándalos y salidas de tono.
Pues el asunto no es ninguna tontería: en que Trump siga otros cuatro años al frente de USA, o no, se juega el mundo su seguridad y su bienestar. Como venga otro demócrata…¡¡ Dios mío, apaga y vámonos¡¡