A pesar del fin del estado de alarma y la apertura de fronteras con la llegada de la llamada «nueva normalidad», no se espera que este sea un verano positivo para el turismo. Una prueba de ello es que los hoteles han iniciado su reapertura con una batalla de precios a la baja para tratar de captar al cliente y salvar así parte de la temporada estival.

El sector espera un verano de terror en cuanto a cifras se refiere, si bien las previsiones han mejorado con respecto a hace un mes, cuando la apertura de fronteras y el fin del estado de alarma era incierto. Durante el verano pasado la cifra de viajeros que se alojaron en un hotel entre los meses de julio y septiembre ascendieron a 36 millones, según el INE. De estos, algo más de 19 millones eran residentes en el extranjero.

Desde la patronal Cehat, el secretario general, Ramón Estalella, afirma que «no hay volumen de reservas de extranjeros en verano» y que se espera que este sea «el peor verano de los últimos veinte años». Las expectativas de los hoteleros son que este año apenas se alojen unos cuatro millones de turistas extranjeros en hoteles españoles. Unas previsiones que también cree la propia ministra de Turismo, Reyes Maroto, que no espera una llegada masiva como la de estos últimos años.

Muchos hoteles no abrirán

La venida de turistas internacionales es muy importante para las compañías hoteleras, ya que la estancia media de estos es superior al del turista nacional. Ante este panorama Estalella alerta de que «muchos establecimientos no van a abrir».

Las malas previsiones turísticas han terminado obligando a las principales cadenas hoteleras de nuestro país a rebajar precios. Así, Barceló inicia hoy la reapertura de parte de sus hoteles en España. La hotelera apuesta por los destinos de Andalucía, donde tiene 19 establecimientos, ya que considera que una vez restablecida la movilidad será el destino favorito de los turistas. Por eso, además, ha bajado hasta un 35% sus precios. Por otro lado, la semana pasada reabrió su hotel Barceló Valencia al alojarse en él varios equipos de baloncesto para disputar la fase final de la ACB, que se disputa en la capital del Turia.

Meliá también se ha lanzado a bajar precios en la vuelta a la normalidad. La hotelera balear abrirá cerca de 60 establecimientos en julio y para ello hace descuentos de hasta el 30% con cancelación gratuita para aquellos clientes que reserven hasta el 12 de julio para estancias hasta final de 2021. Además, el grupo informa que aunque el objetivo es poder abrir estos hoteles según el calendario previsto, en el caso de que finalmente no fuera posible, Meliá se compromete a ofrecer a sus clientes que ya hayan reservado «una opción de igual o mejores características en alguno de sus otros establecimientos en el destino».

NH tiene previsto abrir unos 70 establecimientos en los meses de verano. Sus rebajas llegan hasta el 25%, con menores de 12 años gratis y cancelación gratuita para reservas hechas hasta el 31 de agosto y estancias hasta el 4 de octubre de este año. Iberostar también ha iniciado la reapertura de sus establecimientos en este final de junio con bajadas de precio de hasta el 15% y niños gratis para estancias entre este junio y octubre de 2021.

Estas rebajas de precio no casan con las intenciones del turismo de atraer a un cliente de mayor gasto y más calidad, para así evitar episodios de vandalismo sucedidos en los años recientes. El propio presidente de AC Hoteles by Marriot, Antonio Catalán, dijo en la cumbre empresarial organizada por la CEOE que «bajar los precios es una forma directa de arruinarnos».

Ni bonos ni ERTE

Sin embargo, la inacción del Gobierno para reactivar la demanda nacional ante la escasa venida internacional provoca que los empresarios se vean forzados a hacer rebajas. Además, a ello se le suma que, según la última encuesta del CIS, solo el 27% de los españoles tiene previsto irse de vacaciones este verano.

Una de las mayores peticiones del sector es que el Gobierno ponga encima de la mesa medidas para impulsar la demanda nacional, ya sea con incentivos fiscales o con bonos como los que ha puesto Italia. Sin embargo, en el plan presentado por Pedro Sánchez no hay señal alguna de estas medidas. Tampoco, de momento, una extensión de los ERTE, medida crucial para que los hoteleros puedan preservar el empleo los próximos meses.