No hay motivo alguno para estar contento
Arturo Guillermo García.- Los tiempos cambian y con ello nuevas propuestas, como en toda la historia de la humanidad, aparecen para intentar mejorar la convivencia de todos. Nosotros vemos los cambios. Colores, gráficos, música y mucho sentimiento. Lo nuevo llega y rellena necesariamente todas las cabezas, donde la laboriosa tarea de pensar queda anulada para poder atender el mensaje de renovación.
Lo primero es justificar el cambio de lo viejo por su ineficacia, sus errores y peligros.
Lo segundo es justificar el cambio de lo viejo por su ineficacia, sus errores y peligros.
Y lo tercero es justificar el cambio de lo viejo por su ineficacia, sus errores y peligros.
Sí, he repetido las tres opciones porque nadie sabe QUE es lo nuevo. TODOS los mensajes bondadosos y salvadores populares, de las fiestas y alegrías sin límites que la gente siempre espera como inicio de algo novedoso, no desvela la presencia de lo que va a venir. Hablo de los objetos reales que ocuparán el espacio que pretenden vaciar, de las medidas que aveces y en letra muy pequeña, soplan sobre nuestras cabezas y que nadie presta mucha atención.
La historia nos da algunas pistas, para conocer el verdadero documento de identidad de lo novedoso. El fracaso, el hambre, la represión, la falta de libertad y la muerte son sus verdaderos datos.
Es el regreso de los perdedores, que una vez más, desembarcan con sus antiguas banderas pero con nuevas armas mucho más efectivas para continuar su eterna lucha para lograr el poder absoluto.
No hay motivo alguno para estar contento.
El mortifero retorno de todos los malos. Del mundo sin Roma.Sin Dios. Pagánosd enfurecidos, apostatas encolerizados. Un pueblo, una raza o una ideologia contra otra y la misería sin fin y sin justificación. Es para no estar contento ni un solo instante. De imaginar lo que veran los hijos de los ahora tatuados, mestizados, enjulanizados. Las potencias haciendo jirones el material viviente de otrora una nación, una bandera. Una esperanza en un orden, una paz, una familia tal vez, quiza ser útil hasta la muerte al mundo. Los inicuos tienen o tenemos que purgarnos. Los cuadros del Prado van a… Leer más »