Banderas de España en balcones lucenses (La Voz de Galicia)

Yolanda Couceiro.-En Galicia el sentimiento de identidad exclusivamente española es del 11%, mientras que los gallegos que dicen sentirse españoles al igual que gallegos son el 72%. Esto quiere decir que en Galicia el 83% de la población tiene un firme sentimiento de pertenencia a España.

El dato no es algo que podamos ignorar por que es uno de los más altos de todas las Comunidades Autónomas españolas.

Galicia Bilingue nace en 2007, durante el gobierno socialista dirigido por Emilio Pérez Touriño. La deriva socialista de la Xunta impulsa a la sociedad civil gallega a movilizarse contra el adoctrinamiento que se estaba viviendo en las escuelas y pedir una educación bilingue que incluyera el gallego y el español en las aulas. La asociación nace a la sombra del Partido Popular. La vinculación es tanta que Feijoó llega a ofrecer la Consejería de educación a Gloria Lago,líder de la asociación.

12 años después, aquella asociación -hoy integrada en Hablamos Español- sigue defendiendo que en Galicia existe adoctrinamiento ideológico en las escuelas gallegas. No sabemos si ese adoctrinamiento tiene algo que ver con ese 83% de población que muestra públicamente su sentimiento de pertenencia a España, pero resulta extremadamente chocante que un partido al que algunos acusan de “escorarse” al nacionalismo sea votado, una y otra vez, por personas que entienden España como patria común. Esa acusación solo puede entenderse porque en algunas asociaciones y partidos políticos existe una visión “paleta” de los gallegos y de Galicia.

Galicia es una región poblacionalmente atomizada. Tiene más de 30.000 aldeas y Entidades Singulares. En esos pequeños núcleos se vota mayoritariamente al Partido Popular y son poblaciones donde se habla de forma mayoritaria el gallego, mientras que la izquierda mantiene sus grandes bolsas de voto en zonas urbanas donde se habla mayoritariamente el español.

La cuestión puede parecer extraña. La respuesta a esto la aportaba hace unos días Santiago Fontenla en Radiocadena Española al afirmar que “al contrario que el catalán y el euskera, el gallego no tiene componente político y no es utilizado por el PP como herramienta ideológica”. Esa es la gran diferencia. El PP ha sabido cerrar el paso a la izquierda y al separatismo en este tema, de tal forma que ya no puede ser utilizado como herramienta política. Ha cerrado esa puerta.

Sobre la posibilidad de elección de idiomas en los colegios gallegos, me remito a una nota de la organización separatista denominada A Mesa Pola Normalización Lingüística. Según esta organización extremista el 76% de los centros de infantil en Galicia imparten sus clases en castellano.

Alberto Núñez Feijóo, abandonando la senda marcada por Manuel Fraga, estableció que el uso del gallego fuese exactamente igual al castellano, marcó unas asignaturas concretas para cada lengua excluyendo el idioma propio de ciertas materias como las matemáticas o la física y suprimió los programas de inmersión lingüística en Educación Infantil para niños de entornos castellanohablantes.

Y esto no acaba de entederlo quien asesora a algunos partidos políticos de Madrid donde no acaban de asumir que sus ataques a Feijóo por este tema no tienen rédito electoral alguno.