El sistema de monitorización de la mortalidad, conocido como Informe MoMo y que lleva a cabo el Instituto Carlos III ha actualizado sus cifras correspondientes al periodo entre el 13 de marzo y el 22 de mayo de 2020, el de mayor incidencia del coronavirus en España. En total, en ese periodo murieron 120.851 españoles, según los registros civiles, frente a las 77.817 muertes “esperadas” en ese periodo. Una diferencia de 43.034 muertos que es bastante superior al número oficial de fallecidos por coronavirus, que se situaba este martes en 27.117.

En los últimos días el informe ha notificado de golpe 13.000 nuevas muertes, la mayoría de las cuales se produjeron en los meses de marzo y abril, especialmente que en la ciudad de Barcelona, cuyo registro civil apenas estaba notificando datos.

Las comunidades autónomas con mayor exceso de la mortalidad en el periodo son la Comunidad de Madrid, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Cataluña, mientras que algunas comunidades como Canarias, Asturias, Baleares o Murcia, apenas registran desviaciones en la mortalidad esperada, señal de que el coronavirus ha tenido menos efecto sobre la tasa de fallecidos en esos lugares.

El exceso de mortalidad fue más alto entre los mayores de 75 años, en los que se sitúa en el 63%, mientras que entre los menores de 65 años el exceso de mortalidad es del 20% y en los que están entre 65 y 75% del 46%. Unas cifras que se ajustan a la mortalidad esperada del coronavirus, que es mayor cuanto mayor es la edad del paciente.

El informe MoMo no contabiliza si los fallecidos tenían o no el coronavirus ni si se les había realizado una prueba y era positiva. Simplemente compara la mortalidad estimada (calculada a partir de datos de otros años) con la mortalidad registrada este año, y sirve para medir también circunstancias como epidemias de gripe u olas de calor especialmente mortíferas.