Matar al mensajero
En estos últimos días el General de la Guardia Civil José Manuel Santiago Marín Jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil. Ha pasado de ser héroe a villano, de nada le ha servido su excelente curriculum para caer en lo más bajo en la escala de las opiniones de la prensa.
Ha sido vilipendiado en las redes sociales se le ha llamado hombre sin honor, vendido al poder y toda clase de epítetos dirigidos a su persona.
Los partidos políticos de la oposición han hecho leña del árbol caído, lo quieren interrogar en el congreso, quizá piensen que sometiéndolo a tortura confesará la verdad . Todo vale para la lucha política con Gobierno, al cual como es notorio no le tengo ningún aprecio por la nefasta gestión del COVID-19 y que ya he expresado en otros artículos.
Hasta el ministro del Interior, el señor Grande Marlaska, se ha permitido decir que ha sido un lapsus de un general de la Guardia Civil.
Quién se ha creído señor ministro que es usted, para criticar a un general de la Guardia Civil. Un instituto armado de carácter militar que ha cumplido 175 años de historia al servicio de España con todo tipo de regímenes y obedeciendo órdenes de toda clase de políticos, muchos de los cuales sin formación ninguna.
Quiero romper hoy una lanza a favor del general José Manuel Santiago Marín, al cual no conozco y probablemente no necesite que yo hable en su favor. Pero es cuestión de principios, defender al débil en este caso por la situación en que ha sido puesto por el ministro del Interior y por la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, desaparecida en toda esta situación, mientras su jefe de Estado Mayor es puesto en la picota. Como decía, defender a mis subordinados es algo que he practicado a lo largo de mi vida en La Legión, poniendo en práctica el espíritu de Unión y Socorro de nuestro credo legionario.
El general Santiago no es legionario pero es un guardia civil que está en apuros, no sé si con razón o sin ella. Es un compañero que ha compartido como cadete la Academia General Militar, que ha perfeccionado su preparación con el Curso de Estado Mayor , que ha combatido el terrorismo de ETA, que ha participado en misiones de paz de nuestro Ejército, que lleva más de cuarenta años de servicio, alguien con la preparación que acreditan los distintos diplomas que luce sobre su uniforme. Un militar así no puede ser puesto a los pies de los caballos.
Ha sido vergonzosa la forma en que le ha defendido, si eso se puede llamar defensa, el ministro del Interior. Para salvar la situación ha manifestado que “ha sido un lapsus del general”.
La ministra de Educación ha hecho unas declaraciones recientes en las que manifiesta “que no se puede aceptar que haya mensajes negativos, mensajes falsos en definitiva, que transmiten a la ciudadanía consecuencias que luego pueden alterar su salud y que van en contra de los criterios científicos y la integridad de las instituciones públicas, esto corresponde a los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado”. Estas son declaraciones textuales de la Señora Celáa, que como vemos manifiesta lo mismo que leyó el general Santiago.
NO, señor ministro, el general Santiago no improvisaba en la rueda de prensa, tenía escrito lo que debía leer. En una situación como la actual nada de lo que se lee en rueda de prensa es improvisado, ese texto debía ser conocido por la directora general de la GC, la señora María Gámez. Por supuesto sería conocido el texto por el DAO de la GC y muy probablemente por usted, señor ministro.
En qué me baso para realizar estas afirmaciones, pues muy fácil: en mis años como oficial de Estado Mayor y como Jefe de Estado Mayor en distintos puestos. Un jefe de Estado Mayor firma y actúa por delegación de su jefe o director, que es el responsable de la actuación del jefe de estado mayor.
Las atribuciones se pueden delegar, lo que no se delega nunca es la responsabilidad, y la responsabilidad es de la desaparecida directora general de la GC. La otrora subdelegada del Gobierno en Málaga, de infausto recuerdo en la provincia por su sectarismo. Es curioso el contraste con la locuacidad de la que hacía gala cuando era representante del gobierno, o cuando fue candidata a puestos relevantes por la provincia de Málaga.
Pues ahora esta señora está ausente. Parafraseando a Sabino Fernández Campos, el que fuera jefe de la Casa Real: “Ni está ni se le espera”. Señora Gámez, defienda a sus subordinados o céselos si lo han hecho mal.
Señora Gámez el DAO (Director adjunto Operativo) es su primer colaborador, el que por Real Decreto 952/2018 le sustituye en sus funciones con carácter interino o accidental, que cuenta con órgano auxiliar y de apoyo al mando que es el Estado Mayor. Está muy claro que todo documento de la importancia como el que leyó el general Santiago en rueda de prensa es de conocimiento del director general de la Guardia Civil.
Entre los cometidos del Estado Mayor está la de coordinar acciones de ciberseguridad. Esto es claramente a lo que se refería el general Santiago, estaba cumpliendo una orden que le habían dado a través de su director general que procedía del Ministerio del Interior.
Para mayor confirmación de lo expuesto, el periodista Alfonso Merlos desveló en el programa de Ana Rosa Quintana la existencia de un documento a modo de circular en el que se expresaba la participación de la GC para ayudar a “minimizar la desafección a las instituciones del Gobierno”.
Como vemos, el Gobierno nos sigue engañando y sigue mintiendo, no le importa tener que cuestionar la honorabilidad y competencia de un general de la GC , todo sirve para salvarse ellos.
Este Gobierno ve normal esta forma de actuar, ya que mintieron con la declaración de la pandemia, nos mintieron con las previsiones que hicieron, nos mintieron nuevamente con las compras de material, nos mintieron en los tratamientos a proporcionar a los enfermos. Nos mintieron diciendo que esto pasaba en todos los países y ya sabemos que estamos en cabeza por número de fallecidos por millón de habitantes.
Lo más grave, nos mintieron y engañaron con el trato dado a nuestros mayores en las residencias y hospitales, cuando se les catalogó en el grupo de personas sin rentabilidad social y que no importaba su fallecimiento. A día de hoy aún desconocemos el número de ancianos fallecidos en Residencias por no poder acudir a centros hospitalarios.
Por todo esto el Gobierno no se merece que creamos lo que afirma sobre la declaración del general Santiago en rueda de prensa.
El General Santiago no tuvo un lapsus. El gteneral Santiago leyó un documento del cual debían tener conocimiento su director general y el ministro del interior.
El Gobierno se ha excedido en sus funciones y si quiere mejorar la percepción que de ellos tienen los ciudadanos españoles, puede hacer tres cosas:
1.- Cambiar su forma de actuar y mejorar la gestión del COVID-19
2.-Pagar una campaña de propaganda en los medios afines para mejorar su imagen
3.-Dimitir y dar paso a otro gobierno que gestione mejor esta lacra que nos ha tocado vivir, que está ocasionando tanto dolor, tanto desánimo con el gran número de fallecidos, por la ineptitud y retraso en la toma de decisiones.
Este Gobierno siempre tiene un culpable para las decisiones equivocadas que ha tomado, unas veces ha sido la oposición, otras ha sido la prensa y las redes sociales, otras la culpa la han tenido las personas mayores de 70 años ya que según ellos ya no tienen rentabilidad social.
En esta ocasión ha sido un general de la Guardia Civil, al que no tengo el gusto de conocer, pero con el que me siento identificado y al que sus jefes políticos han dejado a los pies de los caballos y le han echado al fango.
La directora general de la Guardia Civil está desaparecida en combate, el ministro del Interior lo soluciona con un lapsus y al presidente del Gobierno lo tenemos en manos de Pablo Iglesias.
General José Manuel Santiago Marín, ha sido un placer romper una lanza por ti.
*Coronel retirado del Ejército de Tierra.
Lo que está claro es que los políticos usan a los funcionarios, también a los generales, a su libre antojo, y que son de USAR Y TIRAR, cuando les dejan de ser útiles.
NO CREO QUE ESTE GENERAL CONSIGA LEVANTAR CABEZA.
Ya ha quedado, SOCIALMENTE, totalmente DESACREDITADO, y ha dejado el uen nombre de la Benemérita, A LOS PIES DE LOS CABALLOS.
No sabía que el corporativismo llegase tan lejos en el mundo castrense. Cada uno tiene lo que se merece. La meteórica carrera de este General con la llegada de Sánchez al poder implica gratitud y servilismos como este. ¿Que dirán ahora en Villasequilla sus paisanos?. Echemos un vistazo al BOE de los últimos meses y en el movimiento de Generales encontraremos algunas respuestas.
Brillante artículo de un digno Coronel…, que merecería ser GENERAL.
(Pero ya sabemos todos que esos ascensos son por “criterios” políticos, y no por competencia profesional, que le sobra.
Aquí lo que se valora, básicamente, es la “capacidad” para hacer la pelota, Y CHUPAR EL CULO DE LOS POLÍTICOS, LAVAR LAS BRAGAS DE LAS MINISTRAS DE DEFENSA, llevarles elmaletín, y hacer de felpudo, etc.
NUNCA HE DISCREPADO TANTO CON ALGUIEN QUE HAYA ESCRITO EN ESTAS PAGINAS, COMO CON USTED
Siempre me he solidarizado con los compañeros de estudios o de trabajo agredidos injustamente por la empresa o por los compañeros, pero jamás lo hice con alguien que hubiera faltado algún principio moral.
Creo que puedo tener su edad, y durante toda mi vida profesional me he arriesgado a perder mi puesto de trabajo cuando me he negado a obedecer órdenes injustas e irresponsables. Siempre en base a esto: Hechos 5:29 ¡Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres!
Yo creo que el escrito del ilustre Coronel hace honor a:
* EL COMPAÑERISMO, tan propio de los EJÉRCITOS.
* ES UN AVISO PARA NAVEGANTES: este desgobierno dejará a los pies de los caballos a cualquier general u oficial superior que les apoye, a las primeras de cambio, PUES NO SON PERSONAS DE HONOR, NI GENTE DE FIAR.