El pegamento
Alphons Ger.- El pegamento. Esa unión tan fraternal, esa defensa tan férrea del uno hacia el otro, esa imagen del Congreso en la que entre Sánchez e Iglesias solo existen sillones vacíos, son elocuentes y claramente significativas. Ese paso que media entre las agrias palabras y recordatorio de la “cal viva” que salían de la boca de Iglesias hacia Sánchez, y las actuales alabanzas mutuas, abrazos, y repartos hasta del Covid-19 con sus esposas infectadas, tienen que tener una justificación y un punto de partida que no está en los papeles que con profusión firman, rubrican y besan frente a los medios de comunicación. El pegamento estaba en las maletas de Delcy la fea. Aquellas maletas que desembarcaron en el aeropuerto de Barajas y las que se perdió el destino. Si se sabe el contenido, no porque haya sido desvelado en España, sino por la información llegada desde Venezuela, dinero y documentación. Ahí está ese fuerte nexo de unión entre ambos.
El dinero es a repartir y los documentos son comprometedores para ambos. Contienen los informes de los pagos efectuados antes y ahora a socialistas y comunistas. No los recientes, sino aquellos que se han venido realizando desde hace años. Ese pegamento es tan fuerte y eficaz que aquel que pretenda separarles, será objeto de las iras infernales.