El campo español: entre el olvido y la agonía
Algunos medios de la prensa española se han hecho eco de un estudio realizado en los Estados Unidos que habla de “la agonía del campo español”.
El Gobierno, tan preocupado por la batalla del relato y por la conquista de la opinión pública (no en vano ha financiado con 15 millones a un conjunto de televisiones privadas), no se ha dignado en reconocer la labor, indispensable para el desarrollo del confinamiento y para el sostenimiento del país, de este conjunto de héroes anónimos al que se añaden cajeras, repartidores, reponedores y otras de las llamadas “profesiones productivas”.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, en una actitud mucho más prudente de las que este Gobierno nos tiene acostumbrados, ha reconocido, sin embargo, algunos de los problemas fundamentales por los que está pasando el sector, como es la escasez de mano de obra para la campaña de recogida de alimentos de verano (cifrada, por su ministerio, en un número comprendido entre 100.000 y 150.000 trabajadores).
Por el contrario, a pesar de las buenas intenciones, el ministro está demostrando, hasta este momento, ser incapaz de afrontar con la determinación y la valentía que merecen, la resolución de estos problemas. La drástica reducción de la mano de obra, unida a un desplome del consumo (vinculado, fundamentalmente, al “cerrojazo a la hostelería”) y la saturación de la capacidad de almacenamiento de los productores van a provocar, según el informe estadounidense, unas pérdidas que, en el peor de los casos, pueden prolongarse hasta bien entrado el año próximo.
Las reivindicaciones del mundo rural son silenciadas, constantemente, por las principales televisiones del país que, entre otros muchos déficits, son incapaces de explicar las consecuencias que, para miles de agricultores y ganaderos, están generando las medidas adoptadas por el Estado de Alarma.
Ese es, por ejemplo, el caso de los productores de “lechazo” o “cochinillo” publicado por el periódico El Mundo y recogidos en la rueda de prensa semanal que dio el eurodiputado Jorgé Buxadé el 13 de abril, cuando se refirió a que dichos productores están viendo “imposibilitado” su acceso al mercado para colocar sus productos como consecuencia del cierre de todos los negocios vinculados al sector hostelero.
Nadie quiere trabajar en el campo, porque en este ejercicio se pierden los anillos y parece mejor y al extranjero a fregar platos o cobrar el paro, que es pequeño pero la pareja o el soltero, puede hacer chapuzas, trabajar en negro, acostarse tarde y no sudar en el tajo. Además la alimentación está regalada. Venga yá sustos a mi cuerpecito.
No será que nadie quiere trabajar 12h por 30euros
A estas personas son las que hay que darles un gran APLAUSO y el reconocimiento de todos los Españoles porque gracias a ellos estamos COMIENDO y son los GRANDES HEROES. Desde aquí mi apoyo
Ahora que Estados Unidos habla del declive del campo español este medio “muy español” hace un artículo pero bien callasteis cuando se tiraba vino español en Francia con la escusa de que los franceses defendían su derecho pues si los españoles no beben el vino que se produce, porque la uva no vale y hay que subir los rendimientos solo para mal comer y cuando dije palabras similares se me tacho mínimo de mentiroso. Cuando el campo se manifestó el campo calladitos así que no seáis igual que los demás políticos que del campo os acordáis para sacar rédito, luego… Leer más »