Expresa tu fe y devoción gracias a las oraciones al Justo Juez
Para quienes practican la religión católica, los medios para comunicarse y hacer las peticiones al Padre Celestial son importantes, en este caso las oraciones deben estar dirigidas al Justo Juez, a quien se le debe pedir con mucha honestidad y fervor.
Normalmente las personas siempre tenemos cosas por las que pedir, ya sea para el bien común, para la familia o peticiones individuales. Por ejemplo para mantener lejos los riesgos de peligro, también para que cesen las guerras, por la igualdad, o para que la maldad de los enemigos no nos alcancen y dañen.
¿Cómo elevar oraciones al Justo Juez?
Para dedicarle esta oración al Justo Juez no necesitas disponer de una hora en especial durante el día, ya que cualquier momento es perfecto para ello.
Tampoco tienes que ir a la iglesia si no puedes o a un lugar especial, gracias a que cualquier espacio que tengas en casa es ideal para orar, siempre que lo hagas desde el fondo del corazón.
De dónde proviene esta oración
La oración plasmada en una plancha de oro fue encontrada en el Monte Calvario hace muchísimos años, y se enterró en el mismo lugar donde estuvo la cruz de Jesucristo.
Godofredo Boullón, un príncipe que participó en la guerra en contra de los musulmanes y en tiempos de las Cruzadas, consiguió la oración y la rezó. A esto se le atribuye su invisibilidad y la de sus compañeros del ejército cristiano, ante los enemigos turcos.
Es decir, que 300 soldados cristianos pudieron vencer a sus enemigos, que los superaban en cantidad importante de soldados, lo que valió para poder recuperar lugares considerados santos, solo con rezar la oración.
Esta gloriosa situación llevó a que se reprodujera la oración y que consiguiera la aprobación de aquellos patriarcas, que para entonces, hacían vida en Armenia y Jerusalén.
Razones para pedirle en oración
Lo primero que hay que entender es que la protección del Justo Juez se extiende más allá de lo material, en tal sentido, las peticiones no deben hacerse cuando se necesita algo material, y al pedir, hay que hacerlo con mucha abnegación y sinceridad.
¿Por qué cosas sí debes pedir? Por la recuperación de la salud propia, de familiares y amigos, incluso por quienes no sean cercanos a ti. También se le pide por la familia, para que estén bien y en armonía, por el trabajo, por la paz y por la unión.
La oración es una forma de encontrar la paz y de profesar la fe, para ello solo necesitas dedicar unos minutos si no cuentas con mucho tiempo, y verás que los resultados son maravillosos, gracias a que la armonía y el equilibrio dentro y fuera de casa van a mejorar, eso sí, siempre de la mano de Dios.
Al rezar, las personas establecen una conexión directa con Dios y él responderá ayudando y protegiendo a sus hijos, que así lo necesitan. Cuando los problemas te agobien, estés muy triste o sientas temor, no dudes en rezarle al Justo Juez.
Al rezarle obtendrás protección divina, se alejarán las energías negativas que sientes alrededor, y te sentirás cada vez más fuerte, capaz de sentir y dar amor, paz y bienestar.
Oración al Justo Juez
Puede que consigas otras versiones, pero ésta es la que aquí te vamos a recomendar, eso sí, recuerda hacerlo con mucha fe y convicción.
“Oh mi Justo Juez, hoy mi alma reclama tu grandeza ahora que sé que me observas, se llena de gozo mi espíritu gracias a tu divina presencia, siendo muchos los peligros y penas que acechan mi vida desde las tinieblas y las penumbras día tras día.
Las adversidades son mis acompañantes, y es tanto el sufrimiento que no me siento capaz de soportarlo, a punto de colapsar se encuentra mi débil condición humana, y aún así no dejo de poner mis pensamientos y confianza en ti, mi justo juez.
Y es que me has demostrado que eres grande y misericordioso hoy y por siempre, sé que en todo momento actúas en defensa de tus criaturas terrenales, que tanta maldad y mentiras son ofensas para ti, y aún así tus siervos pueden contar con tu grandiosa ayuda, por eso sé que siempre cuento contigo, y por eso mi alma se fortalece.
De mi presencia te has percatado y mi petición escuchado. Si estás a mi lado soy fuerte, y ya pueden venir todas las adversidades, que mi espíritu se mantendrá fuerte porque estás ahí. Puedo hacer frente a todo aquello que me da temor, todo por ti y solo por ti, mi amado y santo juez, si no estás en mi vida no soy nada.
Aquí me tienes Señor, te pido que sea tu voluntad y no la mía la que se cumpla, solo dime qué esperas de mí, porque con tu amor puedo hacerlo todo. Para ti mi más profundo agradecimiento, amén.”