El plan final de los tiempos
Argimiro Santos.- Cuatro niños asesinados el mes de enero a manos de sus MADRES, pero esto no sale en los medios, claro no son hombres blancos los perpetradores, evidencia clara de la persecución del hombre blanco y occidental, pese ser la sociedad blanca y occidental la desarrolladora de los códigos de leyes mas avanzados, protectores y respetuosos con los derechos humanos que hayan existido en la historia de la humanidad.
La campaña en pos de destruir la sociedad occidental comienza destruyendo nuestra mas fundamental institución, la familia.
Para ello ha sido necesario demonizar al hombre blanco, pilar fundamental de la sociedad occidental, junto con la filosofía que ha guiado nuestro modo de vivir y nuestra idiosincrasia, el cristianismo. Arrancando así el alma de la sociedad, para después entregarla a un adoctrinamiento estatal decadente, comunista, que desde sus inicios utilizo el terror para imponerse, debemos recordar las palabras de Lennin “no penséis en la victoria sin el terror”, aun hoy millones caen en esta ideología genocida, seducidos por falsas promesas que nunca tendran.
Contrario a las leyes naturales a la naturaleza humana en definitiva, además de resultar un fracaso, sumirá a toda la sociedad en la decadencia moral, para despues imponer su plan diseñado pacientemente durante decadas. A saber la extinción de la raza blanca, por que esta es la única que que les ha hecho frente y puede seguir haciéndoles frente.
El mestizaje, es el arma que llevan utilizando durante décadas para extinguir la sociedad blanca, despojando así de identidad a nuestras sociedades, que de esta forma serán conducidos al matadero literalmente, pues una sociedad mestiza sin identidad es inestable, donde la inseguridad, las gueras, y la pobreza es una constante.
Este es el plan de los dueños del mundo, el cabalgar de los cuatro ginetes del apocalipsis.
Desde luego, cuando la mujer que es la portadora de la vida se convierte en portadora de la muerte, cuando asume la aberración que niega el hecho de que el fundamento de su condición es la maternidad, indiscutiblemente, es el fin de los tiempos. Y de un modo especial, por la infame torpeza moral que la ha invadido contaminándola de una miseria espiritual sin precedentes, Europa, que se está hundiendo, habiendo sido tierra de sabios, de artistas, de héroes y, sobre todo, de santos, tierra donde la civilización enraizada en el cristianismo alcanzó las más altas cotas de verdadera humanidad… Leer más »