Una cascada de dimisiones y la amenaza de una moción de censura contra el líder provincial hacen tambalear a Vox en Málaga
La repetición electoral y la pérdida de escaños que puede conllevar para el partido de Santiago Abascal, según las encuestas, no es la única preocupación a la que se enfrenta Vox. En Málaga, uno de los principales territorios de la formación en cuanto a afiliación, el partido vive una crisis interna que ha provocado una cascada de dimisiones en las últimas semanas y donde la corriente crítica amenaza con una moción de censura contra el actual líder provincial, José Enrique Lara.
Su gestión tras las elecciones ha sido más que cuestionada, por lo que los militantes más críticos se han levantado contra él. Por el momento, 15 coordinadores locales han dimitido de su cargo y la principal voz opositoria, Martín Ortega, ex coordinador de Vox en Málaga Centro, ya ha avanzado su intención de presentar su candidatra a las primarias -aunque no serán hasta el próximo año- y una posible moción de censura aunque, para ello, necesita un mínimo de avales.
Desde Vox quieren quitar hierro al asunto y aseguran a este diario que se trata de un caso normal en un partido que ha crecido tanto en este territorio. Con cerca de 2.200 afiliados, Málaga es unos de los principales baluartes en cuanto a militancia, ya que es el sexto territorio con mayor número de afiliados a la formación de Abascal, aunque en la ciudad, donde Lara se presentó como candidato a la alcaldía, la formación se quedó sin representación en el Ayuntamiento.
El partido no expedientará a los coordinadores dimitidos
Con respecto a las dimisiones, desde el partido aseguran que no habrá ningún tipo de expediente y recalcan que los coordinadores que dejaron su cargo siguen siendo militantes y, pese a la tensión interna, no se han producido bajas.
Pese a las distintas corrientes, su posición inicial no ha variado y mantienen el respaldo y la confianza en el actual líder provincial, José Enrique Lara: “Si el actual comité ejecutivo provincial no tuviera el apoyo de la dirección, habría nombrado una gestora”, apuntan. En este sentido, entienden que pueda haber diferentes voces y que, en el caso de Marín Ortega, amenace con una moción de censura y le animan a presentar su candidatura a las primarias si lo considera.
No obstante, para ello habrá que esperar hasta el próximo año, ya que, aunque no hay una fecha fijada, “en principio debería ser despues de la asamblea ordinaria, que suele ser en febrero”, por lo que hasta entonces no se abrirá un nuevo proceso. Además, pese a esta crisis y por motivos estatutarios, en la dirección no contemplan la posibilidad de adelantar las primarias y dejarán que sigan su curso natural y se celebren a la par que en el resto de territorios.
Aunque esta crisis coincide con un panorama político que amenaza con nuevas elecciones, donde algunas encuestas no son optimistas con Vox y auguran una pérdida de escaños, en el partido aseguran que no se han parado a pensar en la influencia de esta tensión interna en un posible escenario electoral. “De momento, vamos a ver lo que pasa el 23 de septiembre”.