Los chorizos ibéricos de bellota son un manjar elegido por los restaurantes europeos
El sabor de los embutidos ibéricos es reconocido en toda Europa, y si ha trascendido las fronteras del país, debe ser por algo. Una de esas razones es la calidad de las carnes de cerdo 100% de raza ibérica, y los ingredientes que acompañan la carne, que son cuidadosamente seleccionados entre los mejores.
Los chorizos ibéricos tienen una elaboración especial que los diferencia del resto de los embutidos
El método de elaboración, que respeta el debido estacionamiento, hace que los embutidos españoles estén incluidos en los menús de los mejores restaurantes europeos. El chorizo ibérico de bellota está presente en cualquier reunión social en que se sirve un aperitivo con productos de una calidad de excelencia.
Este tipo de embutido es uno de los productos con más historia en la tradición española, que durante cientos de años, se lleva sirviendo en las mesas de toda la península. Tanta tradición y tanta historia, se debe cuidar para que siga intacto en el paladar de la gente el sabor del chorizo ibérico, y es por esta simple razón que los elaboradores se toman muy en serio las formas tradicionales de su fabricación, respetando los tiempos para su maduración.
Detalles de la elaboración de los chorizos ibéricos de bellota
La materia prima principal es el magro de cerdo ibérico de bellota, ya que se seleccionan los mejores cerdos que son criados en las dehesas alimentándose de bellotas. Esto le brinda a la carne un sabor especial, que también está presente en los jamones ibéricos.
Estas carnes seleccionadas artesanalmente son adobadas con pimentón, sal, especias, y condimentos especialmente elegidos. Así se ha desarrollado un sabor equilibrado y distintivo del chorizo de bellota.
Cuando los chorizos se han elaborado con todos los detalles en cada uno de sus pasos, comienza el proceso de curación a través de 120 días. De entre todas las etapas que conforman el proceso de la elaboración del chorizo de bellota, la etapa de curación es una de las más importantes.
Quienes elaboran estos productos, conocen a la perfección cómo lograr los sabores que distinguen a cada uno de sus embutidos, por lo que la calidad sólo se consigue por medio de una meticulosa paciencia.
Características que intervienen en la elaboración
Para una buena elaboración, intervienen en el proceso:
– La raza del cerdo, que es 100% raza ibérica; siendo seleccionados de entre los mejores para la elaboración de los embutidos, curados desde la montanera en la dehesa alimentándose de bellotas.
– La montanera, que es el lugar donde durante dos años los cerdos viven en la libertad de las dehesas, aprovechando por duplicado la alimentación con bellotas, lo que le da a la carne ese sabor tan particular y reconocido en todas las mesas, tanto en los jamones ibéricos como en los embutidos, como el chorizo ibérico. Esta dieta natural y variada que el cerdo adquiere en la dehesa, le da a la carne mucho más sabor que los criados con pienso, y además, la carne tiene menos contenidos grasos.
La elaboración es uno de los secretos para lograr un sabor realmente único, con el añadido en medidas exactas, de los condimentos como el pimentón seleccionado y la sal, además de grasas añadidas que permiten que los sabores sean siempre iguales año tras año de elaboración. El proceso de curación permite que el chorizo adquiera la consistencia necesaria para que de sólo contemplarlos, se despierte el deseo de probarlos.
Se puede comer de diferentes maneras
El chorizo ibérico de bellota, además de comerlo solo, o acompañado con pan y un buen vino blanco, es una excelente opción también como integrante de otros platos, como el cocido gallego, o la fabada asturiana, que lo tienen como uno de los ingredientes principales para dar un sabor particular.
También se utiliza como componente de la ensalada hurdana con naranja, limón, jamón, sal, huevo y aceite de oliva. Cada lugar de España utiliza estos embutidos en sus comidas. En Cantabria con el cocido montañés; en Castilla, lo combinan con lentejas; en La Rioja, para preparar sus patatas a la riojana; y en Canarias, se combina con huevos. Como sea, siempre resulta un mimo para el paladar.