¿Una gripe demasiado larga? Tu hijo podría padecer Lyme
La enfermedad de Lyme se definió en el pueblo de Lyme, en Connecticut, al observarse un número poco usual de niños con artritis reumatoide. Esta fue la pista para dar nombre a una enfermedad endémica en Estados Unidos y que es cada vez más frecuente en Europa y por supuesto en España.
La sintomatología de la Enfermedad de Lyme es diversa y se confunde con otras enfermedades. Muchas veces, el Lyme se mimetiza con una gripe común o con enfermedades que afectan al aparato locomotor, con la fatiga crónica o la fibromialgia y también con algunas enfermedades autoinmunes o degenerativas del sistema nervioso (Parkinson, Alzheimer, Autismo, TDAH…). Por todo ello, a esta enfermedad se le llama “la gran imitadora”.
La enfermedad de Lyme afecta al sistema nervioso y aparato locomotor y debilita el sistema inmune. Por eso, si observamos que, a pesar de la medicación, la aparente gripe se alarga mucho más de lo normal, el dolor de cabeza persiste y es agudo, deberíamos sospechar de un contagio por Lyme. Hay otros síntomas que acompañan a esta enfermedad en los más pequeños. El Dr. Mariano Bueno, director médico de Biosalud Day Hospital y especialista acreditado por la ILADS para el tratamiento de la enfermedad de Lyme describe que al dolor de cabeza le pueden seguir mareos y dolor de espalda, cuadros de fotofobia o pérdida de memoria y de concentración. “Estos cambios físicos van acompañados de cambios en el carácter y en la personalidad, la enfermedad de Lyme causa mucha irritabilidad”.
Ante la sospecha, lo prioritario es un tratamiento temprano
Si decíamos que la gripe es el primer síntoma de la enfermedad de Lyme, sería más preciso afirmar que lo que antes aparece es el eritema migrans, una mancha roja con forma de diana que sin embargo, no aparece siempre.
Este es el síntoma más visible y común, aunque son pocos los diagnosticados en los que los pacientes recuerdan haber visto en la piel esa característica forma de diana u ojo de buey que tiene el enrojecimiento provocado por la picadura. En cualquier caso, si el niño presenta la marca roja debería recibir tratamiento especializado aunque el resultado de los análisis sea negativo. Las directrices de la ILADS (International Lyme and AssociatedCoinfectionsSociety) así lo recomiendan.
Por otra parte, si el niño recibe un tratamiento de Lyme, no quiere decir que esté protegido por este tipo de infecciones. El Lyme está asociado a una serie de coinfecciones como la Bartonella, la Babesia, Rickettsia, Anaplasma, Chlamydia trachomatis o la Chlamydia pneumoniae entre otras.
Es importante analizar el Lyme y estas coinfecciones y el grado de afectación del organismo. En Biosalud Day Hospital el Dr. Bueno desarrolla pruebas específicas y tratamientos, como el tratamiento de artritis reumatoide, que combinan antibiótico y terapias adaptadas a los más pequeños que devuelven sus funciones al sistema inmune.
Conductas suicidas entre los niños, una de las consecuencias del Lyme
La Children´s Lyme Disease Network (CLDN) es una organización que se creó en Estados Unidos por la preocupación en el creciente número de casos de Lyme entre niños. Esta red de familias y voluntariado les permite estimar el número de afectados y el sufrimiento que padecen los pequeños. La CLDN afirma que cada día contraen la enfermedad 205 niños y niñas, lo que supone una cuarta parte de los casos que se diagnostican en ese país cada año. Además alertan de que los test comunes son negativos entre el 30 y el 50 por ciento de los casos.
Más alarmante aún son los datos que reflejan el sufrimiento de los pequeños: el 41 por ciento tiene pensamientos suicidas y el 11 por ciento ha tenido comportamientos suicidas. Esta es la punta de un iceberg que esconde bajo rendimiento escolar, dificultad para relacionarse y hacer amigos, padecer depresión, dolor y fatiga, dificultad para procesar la información o repentinos cambios de humor. Demasiado para un niño ¿no?