Gana el Gordo de la lotería de Navidad y fallece un día después de cobrar el premio
José Luis Rodrigo López, un hombre de 84 años murió el pasado 25 de diciembre en Huesca tres días después de ganar el Gordo de la Lotería de Navidad, informa Heraldo.
Cuando el fallecido se enteró de que el número de su boleto había obtenido el primer premio de ese ganado sorteo nacional, decidió corroborar esa información en su casa, donde comprobó que iba a recibir algo más de 400.000 euros, alrededor de 455.000 dólares.
Ese anciano fue a cobrar el premio el 24 de diciembre, pero durante la Nochebuena se sintió indispuesto y fue trasladado de urgencia a un hospital, donde perdió la vida a la mañana siguiente por motivos aún no precisados.
Su funeral se celebró este miércoles y generó consternación entre muchos vecinos de esa localidad, que conocían al finado porque atendió durante varios años una tienda textil que su padre fundó hace casi 70 años.
Una pregunta para quien sepa responderla.
En la declaración de hacienda que le hagan al anciano, pagará el impuestos correspondiente y luego los herederos deberán pagar impuesto de sucesiones ?
Pobre hombre, poco dura la alegría en casa del pobre. DEP.
Pero ahora que se preparen los herederos porque, por 400.000 euros de herencia, les va a salir por un pico importante. Hacienda sí que cobrará un premio.
“y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.” (Lucas 12:19-21).
Aquí queda más patente que nunca lo efímero de la vida y que las riquezas no son sino un bien pasajero que puede durar el tiempo de saborear un dulce y nadie como Jorge Manrique supo reflejar en las Coplas por la muerte de su padre, que son una lectura muy recomendable contra el consumismo salvaje y la serenidad de espíritu. Debo confesar que el día (ya ni me acuerdo) que las leí me di cuenta de que lo que Dios da, Dios lo quita y debemos conformarnos con lo necesario para vivir.