Paloma Cervilla.- Por mucho que quieran enmascararlo con críticas al Gobierno de Rajoy, al que acusan de “improvisación”, cuando hace dos meses que dejaron el poder, el efecto llamada a los inmigrantes existe. Y seguir negándolo es hacer el ridículo y tomarnos por tontos.

Porque si realmente no existe, ¿para que pide el Gobierno de Sánchez 35 millones de euros a la Unión Europea para contener la inmigración en Marruecos? ¿Y por que activa la declaración de “emergencia” por la llegada de inmigrantes?

Los datos están ahí, y no engañan. Las imagen de los inmigrantes saltando la valla de Ceuta y echando cal viva a la Guardia Civil no se pueden esconder. Las pateras con 100, 200 y 300 inmigrantes llegando a las playas de Cádiz, a la vista de todos los bañistas, no son un espejismo.

En el mes de junio ya han llegado seis mil inmigrantes a las costas andaluzas y se esperan otros diez mil. Pues, a pesar de todo esto, siguen diciendo que haber aceptado la llegada del barco Aquarius con 600 inmigrantes no ha provocado el efecto llamada.

Se pongan como se pongan, es así, y traer este barco ha tenido consecuencias, y hay que reconocerlo. Otra cosa distinta es el debate sobre si hay que traerlos, o no.