Me gustaría rescatar un artículo de nuestro paisano Campmany con ocasión de las declaraciones emitidas durante todo el proceso de declaración unilateral de independencia por sus responsables y publicadas por determinados medios de comunicación respecto a la ideología franquista de nuestros gobernantes legítimos de Madrid, en la que se afirma que en la democracia española “se vive del Franquismo y del fascismo”. Es para dedicárselo al gilipolla (“gil” viene del caló, gitano español, jill, y significa bobo o torpe y “polla” significa pene en español; entonces la palabra gilipolla, tiene relación con “tonto” y “pene” o, en otras palabras, tonto de la polla que significa que piensa más con el pene que con la cabeza, en inglés dickhead) que, no sólo no quiso exclamar que en España es necesaria la subordinación de los Gobiernos de las Comunidades Autónomas a la Ley General como es la Constitución, sino que afirma que hay que suprimirla, cuando no se tercia que haya algo de provecho propio en su aplicación por ser un “expresidente anti franquista y republicano”, según decía en la web varias veces cerrada por la Guardia Civil con ocasión de la presentación del referéndum del 1 de Octubre en la que se afirmaban una caterva de injurias contra las Instituciones de la Nación.

Hablo del expresidente Carles Tocomocho, para más señas, presunto instigador de la rebelión en Cataluña. Debe ir estreñido el hombre pues creo sinceramente que esta gente solo piensa sentados en una letrina. Decía el maestro, dedicándoselo a otro listo: “Entre el número infinito de tontos que declara la Biblia, podemos encontrar algunos tontos notorios, repetidos, famosos, clásicos. Hay el tonto del bote y el tonto de capirote, que riman, el tonto del haba y tonto de baba, que también riman, el tonto de jardín, el tonto de balcón, el tonto del pueblo, el tonto del culo, el tonto de nación, otros muchos tontos y especialmente en mi tierra descubren enseguida una clase de tonto que llaman directamente tonto del pijo y que es una de las especies más dañinas y mentecatas del género tonto. (…) Si el tonto de referencia cree que en este artículo se la llama tonto demasiadas veces y que eso puede ser síntoma de insuficiencia expresiva, le explicaré que tengo recogidas hasta quinientas veintisiete palabras con el significado de “tonto”, porque hace años preparo un diccionario de ellos, y que puedo dedicárselas cuando me dé la gana. Le dedicaré sólo algunas, que por ser palabras compuestas resultan más expresivas y divertidas: tiracantos, majagranzas, ablandabrevas, metepatas, gilimursi, giliberto, gilipollas, cascaciruelas, mediacuchara, cantamañanas, pavitonto, abreboca, boquimuelle, chuchumeco, niporesas, hazteallá, parapoco, pelahuevos, mamahuevos, pisaverde, zampabodigos, zampatortas y zampabollos, tontilindango, y, para terminar, una que inventó mi inolvidables Cela: cagapoquito. (…)”.

Y por avalar esta sucesión de adjetivos con la firma de otros autores clásicos, te brindo aquí algunos sazonados frutos del ingenio ajeno.

“No tomes autoridad de hablar cosas que pese a la mayoría de las gentes de oírlas; ni sea tu plática reprendedora, ni áspera, ni blanda ni afeminada, ni lisonjera; guarda en la lengua porque como dice San Bernardo es un instrumento muy aparejado para derramar por ello el corazón”.

Te digo lo mismo que le dije a una de tus seguidoras no confesas hace unos meses: “Ahora que vas a tener tiempo libre en prisión, diviértete en la comedia del teatro de la cárcel, en las conversaciones con los buenos amigos que vas a hacer allí, y en cualquiera honesta, si sabes lo que es eso, recreación, pues como lo sea, ninguna desdice de tus venideros años en prisión, de tu nacimiento en pureza de sangre catalana, ni de tu desconocida profesión. Pero nunca faltes al deber de divertirte, pues siendo difícil que lo logres con ánimo tranquilo, la experiencia te enseñará que las inquietudes que acarrean las faltas al deber de todo representante de la Nación, importan mucho más que el vano gusto por recrearse con las delicias políticas con las que nos has faltado a todo el pueblo español.

Pensaste que España era un Estado fallido sin tener en cuenta que esta Nación ha sobrevivido más de 500 años. Se te ha olvidado, si alguna vez los has sabido, que gobernar es prever y que prever es estudiar, analizar, comprender…y, al final actuar, tomar decisiones para el bien general.

Todo lo que aquí te llevo dicho, te conducirá a componer un método de vida entre compañeros de celda y a formarte en un plan de trabajo que, muy posiblemente no te saque de zampabollos. Por mucho que insistáis en vuestras escaramuzas separatistas solo conseguiréis pobreza para vuestra Región, vuestros seguidores ideológicos y los que no lo son. Eso se merece afirmar que has tomado a tu pueblo multicultural por el “coño de la Bernarda”.

*Teniente coronel de Infantería y doctor por la Universidad de Salamanca.