El Rey y la okupa
Hermann Tertsch.- El Rey Felipe VI no solo ejerce como el principal bastión de la dignidad de la Nación. De una España que muchos atacan, otros traicionan y cada vez más españoles se muestran dispuestos a defender por mal que se pongan las cosas en un futuro próximo. También ha de hacer labores de pedagogía e ilustración básicas a una clase política que cuenta con una patulea de seres ignorantes como no tuvo este país en puestos de responsabilidad ni en los momentos peores de su historia. Ahora ha tenido que explicar a la alcaldesa de Barcelona el funcionamiento más elemental de las cosas. Que el papel del Jefe de Estado no es el de mediador entre los delincuentes y los defensores de la ley, como a ella le gustaría, sino por el contrario ser el máximo defensor de la ley y del Estado. La alcaldesa y muchos viven del malentendido. La culpa no es solo suya. Muchos han dado pie a la dramática confusión moral.
Tuvo España un presidente del Gobierno que hizo de mediador entre el terrorismo y el Estado y siempre estuvo más cerca del primero que del segundo. Hoy se cree mediador entre un pueblo venezolano torturado y su torturador, cuando es un mero lacayo del segundo. La confusión entre legalidad y delito, entre probidad y crimen, que tienen Colau, y tantos otros del separatismo e izquierdismo catalán, no tiene parangón en Europa. Hasta en posiciones burguesas tienen ya de ídolos a gente como el etarra Arnaldo Otegui y Carles Sastre, el carnicero de Bultó y otros criminales. La Cataluña autosatisfecha de los obispos adopta a notorios asesinos como referentes morales y de lucha.
El culto a la transgresión de la izquierda y el odio a España del nacionalismo lo hacen posible. En casos como Colau, hay además un tierno enfoque biográfico.
La señora Inmaculada Colau se ha ganado la vida desde la tierna adolescencia con la transgresión de la ley. De jovencita se fue a «okupar» casas ajenas y lo hizo profesión. Con la ampliación del negocio montó la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). No porque ellos se vieran afectados por hipotecas. ¡Qué va! Ni Colau ni sus amigos tuvieron jamás hipotecas. Tontos habrían sido de meterse en algo tan complicado como un préstamo con esos buitres de los bancos. Al margen de las propias complicaciones técnicas que supone convencer a los tigres del capitalismo de que presten dinero a desaliñados personajes sin estudios ni trabajo ni intención de trabajar. Cuyo curriculum era haber vivido de gorra desde que dejaron de ser niños. Antifascista a fuer de no dar un palo al agua, Ada se encumbró a cabeza visible de la referida PAH. Así se erigió en defensora de los agobiados por sus hipotecas. De los «pringaos» que no pretendieron nunca vivir usurpando casas ajenas y que además querían pagar los préstamos para una vivienda digna y una vida honrada y trabajadora. Es decir, todo lo contrario que Inmaculada. Pero ella vio el nicho de mercado. Eran legión los que dejaron de poder pagar por la catastrófica crisis. Colau no solo comenzó a recibir subvenciones a tutiplén. Empezó a aparecer por las televisiones como ángel de la guarda de los maltratados por el capitalismo.
Entre el culto a la transgresión, la ayuda de dictaduras y delincuencia internacional y un gobierno de España deseoso de fomentar en televisión lo peor para asustar al votante, llevaron al éxito a toda la patulea citada de enemigos de España. Cierto es que al final, nadie se equivoque, aquí no hay mediador y pierden los malos. Pero hay que ver qué daño hacen y qué lata están dando.
A mí, lo que me extraña de las dos últimas visitas de Su Majestad a Barcelona es que no sé quién las ha preparado ni qué ha preparado. Porque la sensación que tengo es que le han soltado con un paracaídas en medio del berenjenal y han dejado que lo vapuleen a su antojo. Ni es comprensible que se le expusiera a los pitos de cuatro radicales durante la manifestación posterior al atentado del 17 de agosto, ni es comprensible que se permitiera la visualización de los desprecios del presidente del parlamento autonómico y de la alcaldesa de la ciudad,… Leer más »
La monarquia en Europa parece que no cuenta en el diseño globalista para el nuevo orden, un proceso en fase de aceleración hacia una transformación social económica muy muy profunda e irreversible. Ada viene junto a la hoja de ruta, la izquierda es el instrumento para ir poco a poco pero sin pausa desmontando lo establecido, la alegria de la sociedad de ver de nuevo al comunismo socialista en el poder, necesariamente es el bálsamo para apaciguar la calle, sentirse muy buena persona caminado firme y orgulloso de pensar lo importante de la lucha contra la maldita derecha y dasalojarla… Leer más »
Se me ocurre que la Colau se solidarice con los pensionistas dueños de inmuebles que han pagado, con hipoteca, durante todo su período de trabajo activo. Y se me ocurre que los defienda en cuanto al uso de iniciativas de energías sostenibles para deshacer el trust de las empresas energéticas, a ellos, y a los parados, trabajadores e hijos y nietos de los mismos. Pero seguro que ella de eso no sabe y, hasta la mordida de la serpiente, no escuece. En mi pueblo no se llamaba a eso política, sino gorronería y robo a la propiedad privada. Esperemos que… Leer más »
El problema es hacer caso de esta chochona impresentable salida de los bajos fondos de la sociedad, con un pasado tan oscuro que incluso se ha deformado y ha escondido su nombre de pila de Inmaculada. el Rey, si quiere seguir siéndolo, ha de ignorar a estos desperdicios de la sociedad de paso efímero y destino presidiario porque son aspirantes a ser pasto de corrupción. Ya se ha visto el programa político de esta elementa ¿pisos para todos? No, cenas oficiales, cuchipandas, gastarse ingentes sumas de dinero en chorradas… de aquí a unos años se empezará a escarbar y será… Leer más »
Ada forma parte de esta izquierda política que no existe, porque ha unido su camino al capitalismo liberal, transformada en marxismo cultural extendido e implantado con la ayuda de la derecha.
En cuanto al Jefe de Estado, esta opinión del siglo XIX sigue vigente:
“El destino de la Casa de Borbón es fomentar las revoluciones y morir en sus manos”
Donoso Cortés.
Mi frase favorita y que vendría de perlas para la situación actual y que en definitiva al señor Donoso Cortés ya por aquellos años de 1840 le preocupaba y mucho. Hay que unirse, no para estar juntos sino para hacer algo juntos… Y por supuesto que este desplante al rey y al conjunto de los españoles que representa ya es para unir fuerzas. Un saludo.
Parece ser que sí lo de los Borbones. Desde luego, la alcaldesa, de todo menos de lo que pregona.