Navidad en Jerez de la Frontera: el camino hacia Dios y el reencuentro con la tradición
AR.- Siempre me ha gustado la Navidad. La de este año en Jerez de la Frontera, en la finca de un amigo íntimo y junto a un grupo de lo más variopinto, ha permitido el reencuentro con su simbología afable de sentimientos íntimos, su dulce, acogedora cosquilla de recuerdos gratos, como brillantemente resumió Ignacio Camacho. “Incluso cuando las ausencias te clavan sus pequeñas agujas de nostalgia en los costados y te transportan al tiempo de inocencia en que la casa familiar convertía el mundo en un lugar seguro, confortable y cálido. Te gusta lo que tiene de refinamiento, de ternura, de piedad, de belleza…”. (Video del grupo “La zambomba de Jerez” el sábado 23)
En un entorno idílico, entregados a la tradición, sin edulcorantes anglosajones y con productos exclusivos de la tierra, lo que excluía a los procedentes de Cataluña, mis navidades jerezanas merecen ante todo el reconocimiento al anfitrión que hizo posible el reencuentro con tantos y tan buenos amigos. Si no tengo amor, nada soy, nos recordaba San Pablo como fundamento de vida cristiana. Y justificación máxima de que Dios se encarnara en aquel Niño de nombre Jesús en el establo de una posada en Belén. De haber nacido en Jerez, el entorno habría sido igual de entrañable, rodeado de encinas y honrado por tamborileros llegados a caballo.
Un nuevo tiempo de Navidad ha llegado. Dios se hace de nuevo Niño de Belén en la liturgia y en el gozo de quienes lo celebramos en este torturado 2017. No es cosa de enturbiar el mensaje de amor y redención de la Pascua de la Natividad del Señor con los males que nos atosigan desde muy variadas esquinas del poder. Tiempo y motivos hay para continuar la batalla contra las injusticias y tropelías que nos amargan la existencia y multiplican pobreza y miseria por doquier. Pero esta Navidad en Jerez, corazón de la tradición andaluza, que por ser andaluza es también doblemente española, nos ha trasladado a la mejor época de nuestra infancia, rendidos a la nostalgia en lágrimas tenaces, constantes, profundas.
En el campo de Jerez se nos despabila en la memoria el recuerdo de Navidades muy lejanas en que las calles se llenaban de humildes chicos y mayores que atronaban con sus villancicos, a veces ingenuamente desenfadados, y el acompañamiento de utensilios domésticos convertidos en improvisados instrumentes musicales. Todos éramos uno en la celebración de la llegada del Niño Dios, pese a que ya la enemiga contra la Iglesia católica adquiría proporciones amenazadoras desde una izquierda rabiosamente ateísta.
Pasamos de golpe del gozo callejero de la Navidad a la paganización navideña actual. Navidades aquellas en que se improvisaban viandas de fortuna para la celebración en familia, dormían en un desván o en un sotanillo las figuras del Belén doméstico, se susurraban las oraciones para que no se escucharan fuera y se procuraba llevar el consuelo de la solidaridad a los que estaban solos. En Jerez tuvimos la suerte de contar con un sacerdote dominico, escudo protector frente a las tentaciones contrarias de que estaba impregnado al ambiente, que no eran pocas, y se traducen en conflicto personal para quienes ansiamos de manera instintiva una revolución capaz de regenerar España y terminar con las tensiones territoriales en cuyo seno hemos crecido.
Los festejos de la Navidad no se han perdido del todo en Andalucía. Las pastorales toman de nuevo las calles, salen de sus escondites las figuras de los belenes, la iglesias se abarrotan en la Misa del Gallo y el sonido envolvente de las zambombas cubre todos los rincones. Se revive la fe y la esperanza en muchas familias, sobre todo en los ambientes rurales. Esta sociedad que se creyó opulenta y tenía los pies de barro parece haberse encontrado con lo mejor de sí misma. Tal vez en eso radique el éxito electoral de los socialistas andaluces, anclados en la tradición cultural y emotiva de un orden civilizado, donde no se discute ni se cuestiona lo que en otras regiones ya ha desaparecido. Por eso en Canal Sur resuenan los villancicos, las pastorales, las zambombas flamencas, las añejas panderetas, las vivencias religiosas, el fervor a María, el humor indoloro, la tradición hecha fiesta. Por eso Andalucía es con diferencia la comunidad española que con más esmero defiende su identidad colectiva, sus señas de identidad propias, lejos,muy lejos, de procesos secesionistas y hechos diferenciales. De Andalucía deberían aprender otras comunidades para recuperar el espíritu de autenticidad de la Navidad, a salvo de la paganización masiva de los festejos. Andalucía se ha parapetado contra la cristianofobia que en otras zonas de España es cada vez más patente. Las luminarias públicas que enjaretan los ayuntamientos, sean del signo que sean, respetan los símbolos religiosos de la Natividad del Señor. Cuando tantas veces se cubre a los andaluces de los peores tópicos, es justo reconocerles que no hayan sucumbido a la influencia de los enemigos de la fe cristiana ni a las perturbadoras infiltraciones de los marxistas culturales. Por eso aquí no están en riesgo las procesiones marianas, ni las multitudinarias romerías, ni el sabor a campo regado con manzanilla, ni el valor cultural de las dehesas, ni el sublime arte de la tauromaquia. Lo insólito es que la defensa de los valores hispánicos tenga en los socialistas andaluces a sus principales valedores.
Hemos celebrado en Jerez la Natividad del Señor que vino a redimirnos desde el amor que invocaba al comienzo, valiéndome de San Pablo. Amor al prójimo, amor a la verdad, amor a la libertad, amor a la paz. Así debemos sentir y vivir la Navidad, a despecho de la persecución. Unidos en la fe y dispuestos a dar testimonio público de Cristo. Y a defender vigorosamente nuestros derechos y contra las aberraciones que desde el poder se nos imponen. También aferrados a la esperanza.
No puedo concluir el relato sin mencionar a algunos de los entrañables amigos que nos han acompañado en estas jornadas de fiesta inolvidables: el empresario agrícola Silverio Gálvez, dueño de Galpabro, la empresa líder en la plantación de olivos; Juan Álvarez, ex presidente del Club Pineda de Sevilla y presidente de la Federación Española de Polo; el también empresario Paco Aranda, compañero que fue en las listas de SOLUCIONA; Miguel Basiliev, traductor oficial de los Museos del Kremlin y el ruso más andaluz que se haya nunca conocido; Antonio Cano, presidente del grupo Oleocano, el ganadero Miguel Bohórquez, la profesora Mari Carmen Caballero e Isabel Sánchez Molina, del Área de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Madrid, entre otros. No puedo olvidarme de los integrantes de la zambomba de Jerez, la expresión más genuina de la Navidad jerezana y uno de los principales argumentos en el que se sustenta la convivencia y la participación inherentes a estas fiestas, según se viven en la capital mundial del vino. Ni tampoco de “La abuela Ana”, la zambomba tradicional de los corrales jerezanos.
También hoy, por medio de quienes van al encuentro del Niño Jesús, Dios sigue encendiendo fuegos en la noche del mundo, para llamar a los hombre a que reconozcan en Él el signo de su presencia salvadora y liberadora. Desde Jerez, provincia de Galilea, un fuerte abrazo a todos los lectores.
Cristo no llamaría invasores ni enemigos a refugiados ni migrantes.
Cristo nació y Herodes mandó matarle y la Sagrada Familia tuvo que refugiarse en Egipto.
Celebrar y entender la Navidad es juzgar a la gente por sus actos, no por su nacimiento, raza, procedencia.
Vamos a ver estmado Tiger, ¡no confundamos! A río revuelto… Lo primero aclarar el tema. Creo que casi ninguno de los que aquí escribimos tenemos nada contra los inmigrantes LEGALES, es más, muchos de nuestros familiares, españoles de generaciones y cristianos viejos, estuvieron LEGALMENTE trabajando en Alemania, Francia, Suiza… Mi padre se fue de España a Alemania con un contrato de trabajo firmado. Y allí estuvo tres años. Tampoco tenemos nada contra los refugiados que vienen de guerras cruentas. Es deber de caridad y justicia natural el acogerles, y en la medida de lo posible -teniendo siempre presente que la… Leer más »
Al leer esto siento una envidia sana.
¡Muchas gracias D. Armando! Aunque sea con retraso, os deseo a todos feliz Navidad y un feliz y próspero año nuevo. Dios quiera que en 2018 se consolide el derrumbe del globalismo satánico que tanto mal nos está haciendo; derrumbe que, en mi opinión, se inició a partir del histórico 8 de Noviembre de 2016. ¡Gloria a Dios! ¡Un abrazo a todos!
Sean todos muy felices en estas entrañables fiestas de Navidad, Don Armando.
La verdadera tradición es la de los Omeyas, la precristiana, la de Al-Andalus. Esa es la verdadera España
Salam!!!!!!
¿Te refieres a la herejía satánica practicada por los seguidores del genocida y pederasta que se casó con una niña de 9 años a la par que practicaba la zoofilia con su camello? Creo te equivocaste de día. Las inocentadas fueron ayer. Carmen Polo ¡PRESENTE!
¡Viva Cristo Rey!
Pero es que Ali está de acuerdo con la pederastia, con la zoofilia y demás abominaciones infrahumanas y por ende con el satanismo… ¿acaso dudais de las intenciones de esta gentuza que ha entrado en nuestro territorio para arruinarlo? En España la castuza política masónica les da todo a los moros todos los derechos y privilegios para que acaben con nuestros valores, nuestros derechos, nuestras tradiciones, nuestra cultura, nuestra religión cristiana y de paso que acaben con nuestras vidas. Esa es la realidad.
Exactamente fue según se cuenta, le regalaron una niña de seis años y cuando La niña cumplio los nueve comenzó a violarla, posiblemente la niña moriría al poco tiempo destrozada por este repugnante canalla.
Alguien debería decirle al adorador del diablo Alí que Mahoma está en el infierno. Ardiendo en fuego y para toda la eternidad. No solo lo vio Dante, y condenado en un lugar de grandes tormentos, la zona más baja.. sino varios santos y beatos han tenido visiones de Mahoma sufriendo en el infierno. Ayer mismo me llegó este link: https://www.youtube.com/watch?v=BEEn30IgOUk Hay que rezar por la conversión de los musulmanes y que abracen la religión verdadera. Gracias a Dios hay masivas conversiones, de decenas de miles. P.ej. http://religionlavozlibre.blogspot.com.es/2016/06/oleada-de-conversiones-en-el-mundo.html ¡VIVA CRISTO REY!