La carta de presentación de Ciudadanos para los comicios del 21-D plantea una reestructuración drástica del sistema de medios de comunicación públicos catalanes. El programa electoral difundido por el partido este lunes incluye, entre otras medidas, modificar el sistema de elección del presidente y del consejo de Gobierno de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales; así como el cierre del Consejo del Audiovisual de Cataluña, (CAC), autoridad encargada de la regulación de la comunicación audiovisual en esta comunidad, por haberse “convertido en una herramienta del separatismo”.

“Cada vez son más los catalanes que han desconectado de unos medios que no respetan la pluralidad política”, subraya la formación liderada por Albert Rivera, que ha presentado un documento donde ataca duramente la función desempeñada por el CAC durante estos últimos años. “Se ha comportado como un órgano político en el espacio de comunicación catalán frente a los medios que no comulgan con el nacionalismo y el independentismo”, destaca Ciudadanos, que ha remachado: “No ha estado a la altura en numerosas ocasiones en las que se han producido situaciones de falta de neutralidad y pluralidad”.

El pasado septiembre, el Consell decidió no actuar y dejar que se emitieran anuncios del 1-O en TV3, pese a que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña había instado a los directores de la televisión y la radio pública catalana a que se abstuvieran de emitir publicidad y propaganda de una convocatoria declarada ilegal. “El nacionalismo ha convertido los medios de comunicación públicos que pagamos todos los catalanes en un instrumento más del Govern separatista”, afirma la principal fuerza de la oposición en Cataluña, que añade que “acabarán con la publicidad institucional repartida a dedo para financiar medios afines a la causa independentista: solo este años, más de 30 millones”.

La propuesta de Ciudadanos también incluye reformar el sistema de elección de la dirección de los medios públicos autonómicos. El partido promete seguir la línea pactada en el Congreso respecto a RTVE, donde acordó con PSOE y Podemos que estos nombramientos necesitarán del acuerdo de dos tercios de la Cámara.