Artur Mas, expresidente de la Generalitat y líder del independentista PDECat

Artur Mas cargó a la Generalitat 11.000 euros durante sus primeros once meses como ‘expresident’ catalán. Salió a una media de mil euros mensuales, que además son solo una parte de todos los costes que endosa al erario de los catalanes, en uso de las prebendas de «gastos pagados» que tiene como expresidente autonómico.

Forzado por las circunstancias, Artur Mas renunció a la presidencia de la Generalitat en enero de 2016. En ese mismo momento, empezó a disfrutar de los beneficios que la ventajosa ley autonómica catalana otorga a quienes dejan de ser jefes del Ejecutivo regional. Entre otras cosas, un sueldo equivalente al 80% del que tenían cuando eran presidentes autonómicos –en su caso, más de 110.000 euros brutos anuales–, además de un fondo de libre disposición para gastos diversos de representación.

En cuanto Mas cesó como presidente de Cataluña empezó a hacer uso de ese fondo. En sus primeros once meses como ‘expresident’, cargó 41.723,36 euros a esa partida de libre disposición, a la par que cobraba casi 10.000 euros brutos al mes de asignación salarial.

De esos 41.723,36 euros que dispuso a costa de la Generalitat como expresidente, más de la mitad (29.881) los justificó como gastos de seguridad personal. Y el resto los declaró como «gastos de viajes» y «comidas protocolarias».

Resultan relevantes los 7.710,57 euros que cargó a la Generalitat por «gastos de viaje», teniendo en cuenta que como expresidente disfruta de chófer y de coche oficial costeados íntegramente por la Administración.

Además, de febrero a diciembre de 2016, Artur Mas se cobró de la Generalitat 3.309 euros en concepto de «comidas protocolarias».

En total, por tanto, entre viandas variadas y gastos en viajes, 11.000 euros en once meses. A una media de unos mil euros mensuales con cargo a la Administración catalana.

Ahora queda por ver la liquidación de gastos que realiza este año. Las cuentas de su «oficina» las presenta a año vencido, así que no se conocerán hasta entrado el 2018.

Artur Mas se mantiene como presidente del PDECat -nombre con el que se refundó la antigua Convergència-, cargo que compagina con su condición de ‘expresident’ de la Generalitat. En todo este tiempo ha sido parte activa de la deriva independentista, que él mismo inició desde el Gobierno catalán. Por la consulta secesionista que llevó a cabo el 9 de noviembre de 2014, el Tribunal de Cuentas le reclama más de 5 millones de euros. Además, por los mismos hechos fue condenado a dos años de inhabilitación por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.