En AD hemos pedido que el FC Barcelona sea expulsado de la Liga española por ser una de las instituciones catalanas que han apoyado el golpe separatista. Parece que todas las evidencias no han servido para que los órganos federativos españoles tomen cartas en el asunto. Sabido es que el fútbol español está siendo dirigido por un separatista vasco, Juan Luis Larrea, quien durante años pastoreó junto al presunto delincuente Ángel María Villar. El separatismo ha llegado también a la selección nacional de fútbol de la mano de Julen Lopetegui. En la Federación Española de Fútbol se habla eusquera. No es por tanto descabellado afirmar que, en estrecho consorcio con los dirigentes separatistas del Barcelona, su objetivo sea defender los intereses del equipo culé, mermando al mismo tiempo los de sus rivales.

Ayer se vivió el penúltimo ejemplo. Solo noventa segundos necesitó el partido del Camp Nou para ver uno de los errores arbitrales más escandalosos de la Liga, que pide a gritos el VAR. Un centro de Digne desde dentro del área lo remató Deulofeu a la red, un tanto que nunca debió subir al marcador ya que cuando el lateral francés asistió a su compañero, el esférico había salido con claridad por línea de fondo.

Las protestas de los jugadores del Málaga a Gonzalez Fuertes no sirvieron de nada, a pesar de la indignación de los andaluces, y de Míchel, que miraba desde el banquillo con cara de incredulidad al ver cómo a su equipo recibía una injusticia arbitral de tal magnitud.

El tanto condicionó el resto del partido, que finalmente ganó el Barcelona por 2-0, gracias al tanto de Iniesta en la segunda mitad que cerró un polémico resultado.

AD reitera su posición a favor de que los clubes catalanes sean apartados de las competiciones deportivas españolas. De no ser así, sería necesario que el resto de clubes se replantasen su salida de la competición en tanto la Federación Española de Fútbol y el estamento arbitral estén en manos de filoseparatistas.