Iudicamedomine.- Bar-Hen, rabino jefe de la comunidad judía en Barcelona, ha pedido a los judíos que abandonen Cataluña, una región que considera perdida por la benevolencia de las autoridades con la inmigración musulmana.

El viernes tras el ataque islamista, suspendió las actividades de la sinagoga e hizo un llamamiento a sus feligreses «Esta tierra está perdida, los judíos no estarán aquí permanentemente, comprad propiedades en Israel y marchaos cuanto antes».

Para Bar-Hen, parte del problema es la presencia de una gran comunidad musulmana con “franjas radicales”. Una vez que estas personas están “viviendo entre ustedes”, dijo de los terroristas y sus fieles, “es muy difícil deshacerse de ellos. Sólo se fortalecen “.También afirma que esta situación puede aplicarse a Europa en su conjunto. “Europa está perdida”, sentencia.

En declaraciones a los medios afirmó: «Les digo a mis feligreses: ‘Este sitio está perdido. No repitáis el error de los judíos argelinos, de los judíos venezolanos. Mejor salir cuanto antes'».

Antes que nada, trataremos de atar unos cuantos hilos:

22 de septiembre del 2016. En New York Times apareció a toda página la siguiente imagen (a la izquierda), una llamada de atención a los judíos por parte de la organización liberal sionista Daniel S. Abraham Center for Peace, para mantener la segregación étnica dentro del estado de Israel. Además indicaba el problema demográfico al que se enfrenta Israel en un futuro próximo.

En otras palabras, necesitan judíos en Israel. Y de forma urgente.

¿De dónde llegarían? De Europa principalmente. Si vienen de otras partes, también serán bienvenidos.

¿Y si los judíos se resisten a ir a Israel, qué hacemos? Pues habrá que convencerlos. Habrá que crear condiciones para que tengan ganas que ir allí.

De eso se ocupará Soros, su Open Society y un millar de organizaciones encubiertas que trabajan para el mismo pagador, y unos cuantos más como él. En definitiva, para la misma idea. O sea, trayendo “refugiados” en masa a Europa con el fin de aumentar la inseguridad, violencia, actos de vandalismo, abusos sexuales y violaciones; para hacer la vida imposible en Europa. Finalmente para reemplazar su población por otra caótica y llena de aberrantes atentados y conflictos.

Por empezar, hasta esos “refugiados” están “fabricados” de alguna manera, provocando la primavera árabe (iniciada en 2011 paralelamente a los preparativos del 15-M, base de Podemos y a la promoción del falso mesías griego, Syriza. ¿No es curioso que el propietario judío de Jazztel, Martin Varsavsky,presente en la acampada de Palma de Mallorca, ofreciera a los «indignados» conexiones gratis por internet?

También aparece otro personaje llamativo en la Puerta del Sol, el polaco Tomasz Szabelewski, consultor de negocios en la (neoliberal) Fundación Everis. Otro que marca con su batura el compás a los perroflautas.

¿Casualidad? Ninguna. Todo perfectamente preparado. Luego sigue la “indignación” en Siria, con la consiguiente guerra y el flujo de refugiados bien dirigidos. No van a la rica Arabia, que además tiene sus costumbres establecidas por ley. Los saudíes se ocupan de dar dinero a Europa… para que aquellos tengan donde rezar. Si no fuera por la intervención rusa, Siria habría terminado como Libia.

Jason Kessler

Tomasz Szabelewski

También hay que hablar de lo ocurrido en Charlottesville hace unos días. ¿Quién fue el líder de la «Derecha Unida» que convocó la manifestación? Increíblemente fue un judío, Jason Kessler, que a su vez fue el encargado de movilizar a los indignados de Occupy Wall Street.

¿Cómo fue que de la noche a la mañana se convirtió en el líder de la “Unite the Right”? ¿Y cómo fue que la protesta se organizara en la ciudad cuyo alcalde, Michael Signer,  la proclamó «capital de la resistencia» nada más conocerse la victoria de Trump? Un alcalde, que al conocer la convocatoria, no dispuso un cordón policial entre los manifestantes y los «antifas» americanos, algunos provenientes de grupos tan violentos como Black Lives Matter, y otras organizaciones ‘antitrump’, de las que Soros no está lejos.

Banderas confederadas. Al fondo, la estatua del general Robert Lee.

¡Y es ahora cuando se decide quitar la estatua del general Robert Lee, y no durante los largos mandatos de Clinton y de Obama! Les da igual tamaña hipocresía. Los medios ejercerán con eficacia su labor manipuladora, presentando a unos como malísimos y a los otros como dechados de virtudes cívicas.

No podemos pasar por alto a Bergoglio, que utiliza las instituciones de la Iglesia para servir al sionismo, ni más ni menos. Actúa como si fuera representante de una ‘think tank’, en sintonía con Soros y compañía. En su mensaje para la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado 2018, dijo: “El principio de la centralidad de la persona humana, expresado con firmeza por mi amado predecesor Benedicto XVI, nos obliga a anteponer siempre la seguridad personal a la nacional. Por tanto, es necesario formar adecuadamente al personal encargado de los controles de las fronteras. Las condiciones de los emigrantes, los solicitantes de asilo y los refugiados, requieren que se les garantice la seguridad personal y el acceso a los servicios básicos. En nombre de la dignidad fundamental de cada persona, es necesario esforzarse para preferir soluciones que sean alternativas a la detención de los que entran en el territorio nacional sin estar autorizados.”

Esto un papa no puede decirlo. Se trata de un infiltrado a todas luces. Esto lo puede decir Pablo Iglesias, la CUP y gente como esa. Antes de que se enterraran los cadáveres de Barcelona, Alemania y Finlandia, Francisco nos advertía que aguantásemos y asumiéramos con resignación pastoril que pudiesen matarnos. Y todo para que lleguen más  “refugiados”. Francisco ha revelado tan descaradamente a qué intereses sirve, que hasta los principales medios globalistas han ocultado la información.

Y entre tanto, se ordena a los cuerpos y fuerzas de seguridad que los dejen pasar las fronteras, aunque vengan sin documentación – da igual si han sido antes sicarios o cualquier otra cosa. ¿Creen ustedes que todo esto es normal?