Y comenzó un 18 de julio
Muchos de los que leen estas líneas no me conocerán y ni siquiera mi nombre les será común. Por eso comenzaré con unas palabras de ese libro que podría servirnos como guía en la vida del católico que es el Kempis o Imitación de Cristo que dice “no te preocupes por quién lo dice sino de lo que dice.” Así, más que tener en cuenta mi persona ni quien soy, creo se debe tener en presente y meditar el día al que voy a dedicar estas letras y los acontecimientos a los que haré referencia pues marcaron un antes y un después en la historia de España y, me atreveré a decir, en la historia de la Hispanidad.
Basta pensar en ese “adeveniat Regnum tuum” que decimos en el Pater Noster para entender lo que realmente ocurrió aquel día en el que nuestra Patria clamaba de dolor y sollozaba cual moribundo fuese, moribundo que acabaría convirtiéndose tras un giro de ciento ochenta grados en ese bebé que nace y con ilusión la madre lo acoge y le prepara su futuro.
Fue ese “adveniat Regnun tuum” el que llevó a los españoles la mañana del dieciocho de julio (en ciertas zonas el diecisiete también) a salir al grito de “por Dios y por la Patria” contra aquellos que dominados por el odio querían matar el espíritu de la Patria y alejarla de Dios para hacer la Rusia que ansiaban al grito de “muera España y viva Rusia.”
Hemos contemplado a lo largo de la historia cómo España ha sabido salir con virilidad y gallardía del coma en que se encontraba y levantarse con dos ideas bien claras el altar y la unidad. Fue eso lo que movió a los miembros de esta Patria, a los españoles, el dieciocho de julio de 1936.
No fueron los fueros ni los conflictos de otro tipo como tampoco lo fueron en la Guerra de Independencia ni en la guerrilla que gran mella marcaron también en la historia de España y su pueblo. Sería esa guerra la que calificaría como primera el profesor Rafael Gambra en un libro de juventud que se titula ¡La Primera Guerra Civil de España¡.
De nuevo el enemigo era exógeno y endógeno como anteriormente habría ocurrido con los franceses y los afrancesados españoles. Aquí, pues, ocurría con los comunistas y republicanos del bando rojo (pues también los falangistas fueron republicanos en el sentido filosófico y político de la expresión) junto con el enemigo ruso que acechaba desde sus despachos en las estepas queriendo convertir nuestra Patria en ese soviet.
Pero el pueblo español, fiel a su raza, supo despertar y arma al brazo salir a defender el altar y la Patria que le habían dejado sus padres y sus abuelos, muchos habrían tenido antepasados que lucharan en la que antes calificamos como primera guerra civil de España, ahora les tocaba a ellos siendo conscientes que en numerosas ocasiones llegarían al martirio o como mínimo a ver segada la vida de sus camaradas, hermanos y compatriotas.
Recuerdo cómo hace años en diferentes actos alguien decía referente al dieciocho de julio que “ni se pisa ni se rompe”. Pues es hoy difícil arrancar del suelo ensuciado ese día que hizo comenzara de nuevo la historia de un pueblo, su fe y su unidad que estaban siendo destruídas y aniquiladas como aquel anciano moribundo al que le quedan unos breves días de vida.
Que resulte difícil hoy hacer patente en el pueblo español la importancia de ese día se debe a que han matado en los hombres y las mujeres tres potencias las tres potencias del alma: la memoria, el entendimiento y la voluntad.
Diría Oswald Spengler que “al final a la civilización siempre la salva un pelotón de soldados.” Bien, pues es que no solamente se trata aquí de un pelotón de sondados en sí, sino que eran hombres y mujeres de a pie, campesinos y burgueses, hermanos en la Fe que supieron alistarse en la bandera de Cristo Rey para luchar por una fe y una patria común. No podemos referirnos únicamente a los soldados y militares que serían una parte sino también a aquellos que dejaron casa, mujer e hijos y supieron incluso dejar “que los muertos entierren a sus muertos” para anunciar a la vez la Verdad con el testimonio de su martirio, de sus vidas y dejando una España católica y unida correspondiente a su historia y no como la que hoy observamos que pareciera corresponderse con aquello que García Morente dijera haciendo referencia a la catolicidad de España “es sencillamente imposible imaginar una historia de España sin religión católica. Sería la historia de otra nación… lo que de su descristianización resultase ya no sería propiamente España, sino otra cosa, otro ser, otra nación, o probablemente aún, nada”. Así basta recordar a Antonio Molle Lazo y el tercio de Montserrat, a aquellas tres mártires carmelitas del Carmelo San José de Guadalajara y tantos mártires más que dio en esos años España más al mundo que flores tienen mayo y abril.
Pero es que no le daré a Spengler toda la razón razón porque también fueron mujeres las que supieron preparar el hogar y sus hijos acérrimos en la Fe y el amor a la Patria para que llegado el momento aquél dieciocho de julio viendo moribunda la Patria de la que eran hijos salieran arma al brazo y con la Cruz por delante a defender tanto la Patria como la Cruz. Podríamos decir recordando aquellas casas españolas que dieron mártires a España luchando en los campos españoles por la Fe y por la Patria entre cantos de Te Deum, Salves y demás oraciones que aún nacían dioses en Extremadura.
Cuando se ha de consumar la maravilla de una gran hazaña los ángeles que están junto a su silla miran a Dios y piensan en España. ¿No era acaso la maravilla de una gran hazaña lo que se consumó en aquella Cruzada para reconstruir España sobre la única piedra angular que aguanta vientos y mareas, pues es de roca y no de arena? Sí, esa piedra angular es la Cristiandad, la catolicidad de España.
En aquellos días los santos españoles que están arriba miraban expectantes la batalla que arraigados en la bandera de Cristo Rey se libraba en campos españoles para la reconquista y el ulterior éxito espiritual de la Patria. No cabe que también los ángeles que están junto a su silla miraron a Dios pensando en España y como patria predilecta triunfó la bandera sempiterna frente a la Civitas Terrae.
Contemplando la historia y cómo lucharon y se comportaron aquellos españoles de diferentes edades y sexos se hace palpable que no luchaban contra algo sino que por el contrario luchaban a favor de algo.
Aquellos niños, hombres, mujeres e incluso familias que salieron cual centurias fuesen en el requeté y en el falangismo luchaban a favor de España mientras que el comunismo que quería la destrucción no luchó nunca a favor de España sino en contra y, me atreveré a decir más, arraigados en la Anti-España. Diría Juan Pablo II que nunca se vence cuando se lucha contra algo y aquí creo tenemos una notable muestra de esa realidad pues vencieron quienes a pesar de no tener el oro ni las armas tenían la Fe. Con San Pablo se afirma que “te basta mi gracia” (Cor. 12, 6-10) pues fue lo que tenían aquellos españoles, la Fe y la gracia de Dios.
Acabaré diciendo que no es mi intención se lean estas palabras con recuerdo afectivo únicamente y melancólico sino con recuerdo efectivo y de acción para tomar ejemplo de esos niños, hombres y mujeres que supieron dar su vida al servicio de Dios y de España sin escatimar.
!Oh Kempis, Kempis, asceta yermo,
pálido asceta, qué mal me hiciste!
¡Ha muchos años que estoy enfermo,
y es por el libro que tú escribiste!
(Fragmento,del poema “A Kempis” de Amado Nervo)
Romper con el pasado y lanzar a España a un futuro vacío.Para romper con el pasado era preciso borrar la verdad histórica de nuestro pueblo.Para lanzar a España a un futuro vacío ,había que seducirla con la utopía de un “paraíso” feliz e igualitario. Hay leyes fundamentales que no pueden cambiar. Quebrantándolas se conmueven los cimientos de la tierra,y es entonces cuando las naciones parecen tambalearse como turbadas y ebrias y conduce a los pueblos,como a los individuos,a la postración física,a la miseria económica,a la corrupción moral y al crimen político. Y se nos habla de modernidad y de progreso,cuando… Leer más »
Hermosisimo articulo
Ni perdón ni olvido. Mueran los enemigos de España. Y os juro por Dios que venceremos
Por Dios y por la Patria. España una. España grande. España libre.
Tiene usted mucha razón en todo lo que dice, el problema que veo es que actualmente muy pocas personas estarían dispuestas a morir por Dios y/o por España…
Vivimos en un país de gente cobarde, aburguesada, vividora, que no quieren arriesgar absolutamente nada de sus vidas mediocres, de mierda, en la mayoría de los casos.
Un 18 de julio comenzó la barbarie mayor que puede avergonzar a nuestra querida patria España y lo peor de todo es que no aprendimos nada de tal suceso , cosa que nos puede dar una idea de la ignorancia del ser humano
EN la GUERRA CIVIL ESPAÑOLA, el COMUNISMO pudo ENGAÑAR a la MITAD de ESPAÑA, porque DESCONOCIAN la HISTORIA ___ (la mayoria eran ignorantes…. sin estudios basicos) ____ sobre la REVOLUCION FRANCESA y la RUSA COMUNISTA, donde el PUEBLO fue ENGAÑADO, y cuando VIO el ENGAÑO, también fue ASESINADO. Lo GRAVE es que AHORA los HIJOS y NIETOS de esos que FUERON ENGAÑADOS por el COMUNISMO JUDAICO (el 90% de los dirigentes bolcheviques en Rusia eran judios) ________ TIENEN caso TODOS CARRERAS y MASTER, pero van a VOLVER a CAER en el ENGAÑO, porque han ESTUDIADO la HISTORIA desde el RENCOR… Leer más »
La enseñanza actual es una m…, y mucha gente con carreras y másters, SON AUTÉNTICOS IMBÉCILES.
Y lo se a ciencia cierta, pues por suerte o por desgracia -más bien lo segundo-, estoy rodeado de ellos.
Hombre, me cuentas una película que no lo entiendo, esa gente en nombre de Dios y de España matarón a mi abuelo, el padre de mi madre, hombre bueno donde los haya, solamente que no sentía eso de clerifilia, el clero es un problema, y si España católica, y así nos va, los paises luteranos son los más ricos y honrados, y no venga con películas, los curas disparaban contra la gente y claro cuando lo agarraban le pegaban dos tiros, esos son sus mártires, menos lobo tio pinto, que nos conocemos todos, hubo mucho asesino entre su gente que… Leer más »
Claroooo, los curas disparaban a la gente y por eso los mataban… y las monjas de clausura también, ¿verdad? Desde luego eres un impresentable. Si tu abuelo era igual que tú se comprende perfectamente que acabase como acabó.
Esa es la historia que te han contado. Los rojos empezaron a matar gente antes, en 1934. Gente indefensa y que jamás cometió violencia contra nadie.
Intenta descubrir qué es verdad y qué es propaganda. Ya sabemos que una historiografía no marxista te suena a chino, pero eso se arregla comparando con otras hostoriografías.
Por supuesto que no hay perdón. No perdonamos ni olvidamos.
Y entre la suya no, me consta que mataron a personas de 80 años por ser sacerdote
Solamente un ejemplo entre otros miles que se podrían poner, de lo que sucedió en España en el 36.
Entre en Internet en la siguiente dirección.
Juan Duarte Martin, mártir de 1936
Los nietos de los que realizaron estos actos dirán que pobrecito mi abuelo, con lo bueno que era.
Que piensa Ud. que podría pasarles a esas alimañas sin conciencia cuando los familiares del chico pudieron ejercer su sacrosanto derecho a hacer justicia.
Así que anda y váyase a buscar alimañas por la cunetas.
Lo siento, pero mi abuelo lo fusilaron en paracuellos bajo la orden de Carrillo, la diferencia que no nos veras llorar ni pedir que con el dinero de todos le busquen
Viendo la situación actual de España, desmoralizada, rota, desprestigiada internacionalmente y arruinada, queda patente que finalmente quienes realmente han ganado son aquellos contra los que un día se levantaron los patriotas españoles.