Italia y España, unidas por sus fobias
Hay pocos equipos que generen tantas pasiones, tanto da si a favor o en contra, como el Real Madrid y la Juventus en sus respectivos países. Tanto el cuadro blanco como la ‘squadra bianconera’ son dominadores absolutos de la Liga y la Serie A en cuanto a palmarés. Ambos representan el poder de un Reino y una República cuyos súbditos y ciudadanos no se pueden quedar al margen. O los amas o los odias. Y esta situación desemboca en un contexto por lo menos curioso, pues la italia antijuventina ‘tifará’ por el Real Madrid mientras que la España antimadridista hará lo propio con la Juventus.
“Bien, pero la Juventus sigue siendo un equipo italiano” le comentaba a un conocido periodista transalpino su hijo pequeño, ambos seguidores del Bolonia. El padre, contrario a la supremacía que representa la Juventus, lamentaba no haber sido capaz de transmitirle a su hijo de seis años, que a la Juve no se la puede animar por inercia. O la amas o la odias. Y en su casa se la odia. Es el sentir de muchísimos hogares italianos, que prefieren ver campeón al Real Madrid antes que al equipo que detestan, aunque sea italiano.
Algo parecido le sucede al club blanco en España. A la afición del Barcelona, ni siquiera el hecho de estar en el bombo 1 y no en el 2 en la próxima edición de la Champions League en caso de que el Real Madrid sea campeón hace que los aficionados barcelonistas prefieran una -otra- victoria blanca en Europa durante la era de Leo Messi. Los que no tienen parte en la trinchera entre Madrid y Barcelona, los aficionados al Sporting, al Athletic Club, al Sevilla, al Celta y a tantos otros equipos, también tienen sus filias y sus fobias. Y al Real Madrid, como a la Juventus, se le ama o se le odia.
Así, el sector que no traga al Real Madrid animará, junto a la masa de culés, a la Juventus mientras que los blancos encontrarán buen apoyo en Italia de parte de todos los interistas, milanistas, napolitanos y demás que están hartos de ver ganar a los ‘bianconeri’, que además pueden hacer triplete y cerrar la temporada en modo insoportable si el sábado hay victoria. Una situación tan o más complicada de llevar que la de los culés en caso de que el campeón acabe siendo el Real Madrid.