La increíble historia del barón mutante
Álvaro Martínez.- La derrota es huérfana y el vencido propende casi siempre a la amnesia. Si la máxima es un clásico en muchos órdenes de la vida, en la política –donde tantas veces lo negro termina siendo blanco y lo blanco, gris marengo– es el octavo mandamiento. A él se encomendaron ayer todos los barones caídos en las primarias socialistas, con una alegría y un desahogo que cualquiera diría que no echaron el cuarto a espadas en favor de Susana Díaz ni que el domingo por la noche la acompañaron en su formidable costalada. La mutación de sus discursos es extraordinaria. Algunos ejemplos:
JAVIER LAMBÁN, antes de las primarias: “Lo que tiene que hacer Pedro Sánchez es retirarse con dignidad; que no estorbe ni entorpezca la nueva etapa del PSOE”. El mismo Javier Lambán, después de las primarias: “¡Ya hemos elegido, enhorabuena al nuevo secretario general!; ahora a recuperar la concordia”. Y la dignidad, imaginamos…
GUILLERMO FERNÁNDEZ VARA, antes de las primarias: “El modelo de país y de partido de Sánchez no es el del PSOE; con Pedro se perseguía a quien discrepaba”. El mismo Guillermo Fernández Vara, después de las primarias: “Felicidades Pedro. Y mañana todos a ayudarte. Ha sido una expresión democrática extraordinaria de nuestro querido PSOE”. Modelando…
XIMO PUIG, antes de las primarias: “Hay que respaldar a Susana Díaz porque es la mejor garantía para los valencianos”. El mismo Ximo Puig, después de las primarias: “Pedro Sánchez es mi secretario general y vamos a trabajar desde la lealtad”. Y los valencianos, sin garantía…
EMILIANO GARCÍA-PAGE, antes de las primarias: “Pedro, no puedes reinventar España ni ponerla patas arriba por ganar cuatro votos en el PSC. Si gana Sánchez, que vaya buscando otro candidato para Castilla-La Mancha”. El mismo PSOE de Castilla-La Mancha que dirige Page, tras las primarias. “Felicidades a Pedro Sánchez por su victoria tanto a nivel nacional como regional. Trabajaremos para ganar al PP”. Patas abajo…
JAVIER FERNÁNDEZ, barón regional al que comprometía su presunta neutralidad como gestor, fue el dirigente que más estuvo a la altura del reto de poner algo de orden en la cacharrería que dejó Sánchez al salir de Ferraz. Sensato y cabal, el asturiano prefirió el silencio tras el desastre y mandó a su portavoz a anunciar el regreso del elefante.
Javier Lambán es un pobre imbécil… Igual que todos los demás.
Gentecilla que vive -y muy bien, por cierto-, de la política, es decir, A COSTA NUESTRA.
Y que son incapaces de solucionar problema alguno. No solamente no los solucionan, SINO QUE LOS CREAN.
Mierdocracia…. todo es una enorme farsa. Un descomunal engañabobos. Este régimen apesta y todos lo sabemos. Todos sin excepción, y el que diga lo contrario solo pretende engañarse a si mismo.