Juanma Moreno, Patricia del Pozo y Carmen Crespo

«Agradeceríamos que cada alumno contribuyese, por los menos, con un rollo de papel higiénico y otro de papel de cocina, que se les entregarán la tutora y serán para uso exclusivo de cada tutoría. Muchas gracias». La dirección del Colegio de Educación Infantil y Primaria Pablo Ruiz Picasso, ubicado en la capital Sevilla, propone a los padres que aporten material al centro porque «a la fecha que estamos [la carta es del 2 de diciembre pasado] la Consejería de Educación no ha librado aún la dotación económica que nos corresponde» y «es por ello que nos encontramos en una situación precaria económicamente», según reza el escrito.

La desesperada misiva de este director, leída por el presidente del PP andaluz en el Parlamento, Juanma Moreno, ha sido este jueves el plato fuerte de la última sesión de control al Gobierno andaluz antes de las vacaciones navideñas, en la que se han producido otros anuncios. Cuando más cuestionada está la política de fusiones hospitalarias, la presidenta, Susana Díaz, ha avanzado «una medida para que 15.000 eventuales sanitarios estructurales tengan estabilidad» en su trabajo convirtiéndolos en interinos.

La carta que se envió a los padres

Este anuncio fue contraprogramado con la precariedad de los centros educativos por la falta de fondos públicos para funcionar. «Ésta es la situación de la educación pública y de la sanidad», le espetó el dirigente popular a la presidenta blandiendo en su mano la carta de la dirección de un colegio. «A su traje de lideresa le están saltando las costuras por donde más le duele», añadió en referencia a su política educativa, social y sanitaria.

La reacción de la mandataria fue la de minimizar este «papelito», como denominó la misiva, tras recordarle que en Andalucía hay 4.500 centros educativos y más de dos millones de alumnos. «Y usted viene aquí con un papelito porque quiere deteriorar la educación pública», advirtió la presidenta, quien aseguró que este tipo de peticiones de los directores de centros «están prohibidas». «No me hable a mí de sanidad y educación pública después de lo que han hecho allí donde han gobernado», se defendió.