Imagen del funeral por el agente fallecido en Barbastro el pasado 4 de marzo

Abraham Giménez, el joven que mató a un guardia civil en un control de tráfico en Barbastro (Huesca), quedará en libertad vigilada el próximo domingo, nueve meses después de que cometiera el homicidio por el que acaba de ser condenado a seis años de internamiento en un centro de menores -la sentencia se dictó hace justo una semana-.

El joven fue juzgado por la ley de menores, ya que cuando se produjeron los hechos le faltaban tres meses para cumplir los 18 años.

La sentencia condenatoria le llegó hace escasos días, pero ha sido recurrida por su abogado defensor. Por ello, ha pedido que quede en suspenso su cumplimiento hasta tanto se resuelve dicho recurso en instancias judiciales superiores.

Hasta ahora, el joven se encontraba en reclusión provisional en un centro de menores de Zaragoza. Pero la ley establece que el tiempo máximo de reclusión provisional para menores no puede superar los nueve meses -seis meses más otros tres de prórroga máxima-.

Por ello, el juzgado de Menores de Huesca ha aceptado su puesta en libertad vigilada. Así, queda obligado a comparecer diariamente ante los juzgados o ante la Policía Local -incluso sábados, domingos y festivos-. También deberá someterse periódicamente a analíticas sobre consumo de drogas. Deberá residir en Barbastro y tendrá prohibido salir de España.

La acusación particular ha reclamado judicialmente, sin éxito, que se le impusiera una orden de alejamiento respecto a la viuda e hija del agente fallecido -que viven también en Barbastro- y que se impusiera al joven una pulsera electrónica para tenerlo permanentemente localizado y evitar una posible fuga.

Abraham Giménez conducía el coche que, en la tarde del 4 de marzo de este año, atrapó a un agente de Tráfico y aceleró de forma brusca y continuada a lo largo de 466,66 metros, según ha constatado la sentencia condenatoria.

El agente José Antonio Pérez formaba parte de un dispositivo de control viario de alcohol y drogas. El vehículo que conducía el entonces menor de edad paró fugazmente. Cuando el guardia civil introdujo sus brazos a través de la ventanilla aceleró y emprendió una temeraria huida arrastrando con él al agente.

Tras colisionar con una bionda y contra otro vehículo, el cuerpo del guardia civil quedó tendido sobre el asfalto, mortalmente herido. Sufrió traumatismo torácico y abdominal.

Abraham Giménez fue detenido al día siguiente. Según se desveló en el atestado, conducía sin carné y bajo la influencia de estupefacientes. El coche se lo había cogido a su padre y en él viajaban también su novia -otra menor de edad con la que el ahora condenado tiene un hijo- y dos amigos más, un chico y una chica igualmente menores.

Aunque las acusaciones habían pedido que también los otros tres ocupantes del vehículo fueran condenados por cooperación y complicidad en lo ocurrido, finalmente el Juzgado de Menores de Huesca les ha declarado inocentes al entender que no fueron responsables del homicidio.