Rajoy y todo lo que tiene por delante
Fernando Mahia Vilas.- Casi un año sin gobierno no pasa en balde. Ahora, el ejecutivo nuevamente presidido por Mariano Rajoy tiene que afrontar, y con celeridad, todas las tareas acumuladas durante este tiempo, entre las que se incluyen desde negociaciones con Bruselas hasta la búsqueda de una solución para la mermada hucha de las pensiones. (Ver enlace)
Sin embargo, como probablemente ya no haga falta decir, la ecuación del verbo hacer con el adverbio rápidamente no es un problema donde se mueva especialmente bien el presidente del gobierno. Si estos primeros meses que tiene por delante el ejecutivo popular fuesen una batalla, lo cierto es que el escenario requiere de una intervención rápida, quirúrgica y concreta, de un ataque fugaz. Pero el general al cargo de la batalla, el señor Rajoy, es todo lo contrario, un hombre que hace de la paciencia, la indefinición y la espera soporífera su arma más destructiva. Es como si la batalla requiriese un Patton y tuviese un Montgomery.
Por todo esto, una de las preguntas que se plantean frente a esta situación es la de si Rajoy acabará por cambiar su estilo de hacer política o si, como ya ha ocurrido en otras ocasiones, la oposición en los diferentes frentes comenzará a languidecer, desgastada por la continua guerra de trincheras. Esta vez es probable que al de Pontevedra y a los suyos no les funcione con la repetición de la misma fórmula, principalmente porque Europa está presionando de lo lindo y de que, muy importante, no cuentan con una mayoría absoluta en la que apoyarse. Pero, por si acaso, que nadie se sorprenda si la receta de siempre le sirve a Mariano Rajoy para salir indemne de las dos primeras y más urgentes pruebas, la reducción del déficit y la financiación de las pensiones.
Negociación con Europa
Quizá el punto más urgente de todas las tareas acumuladas del nuevo gobierno. Estamos en noviembre y desde Bruselas se repite por activa y por pasiva que España necesita recortar 5.000 millones más para cumplir con el objetivo del 3,7% del déficit para 2017. Y lo más importante: que, de no hacerlo, llegarán las sanciones.
Algunas fuentes apuntan a que dichos 5.000 millones se intentarán conseguir a través de un aumento en la recaudación en hidrocarburos y tabaco y de un ajuste del impuesto de sociedades. De hecho, los socios de investidura de Mariano Rajoy, Ciudadanos, afirman que cumplir con el déficit no conllevará nuevos recortes de ningún tipo. Pero, claro, cualquier reforma presupuestaria tiene que ser aprobada por el Congreso de los Diputados (donde ambas formaciones tampoco cuentan con mayoría) y luego por la Comisión Europea, que no parece dispuesta a pasar ni una después de un año de espera.
El Fondo de Pensiones está vacío
No hace falta decir que las pensiones son un elemento de seguridad en las economías occidentales europeas. Si éstas caen, el sistema se tambalea, y por ello el ejecutivo tampoco se puede permitir ni una duda frente a la necesidad de encontrar nuevas vías de financiación para sufragar las pensiones. El desajuste en el sistema público de pensiones se estuvo cubriendo estos años con el Fondo de Reserva, pero éste se agotará en 2017.
El caso aquí es de dónde se van a recaudar los fondos necesarios para cubrir el gasto en pensiones. Una idea que defiende el PSOE es que se pague parte de las pensiones a través de una nueva tasa presente en algunos impuestos y creada con este único fin, tal y como se hizo en Francia. Sin embargo, habría que ver en qué impuestos estaría presente y bajo qué forma, ya que la respuesta de los mercados nacionales podría ser muy dispar en estos momentos de incertidumbre. Y es que, como se suele decir, a estas alturas no está el horno para bollos.
Uno de los valores más importantes del parqué madrileño, el BBVA, sufrió un duro varapalo con la victoria de Trump la semana pasada debido a la importancia del negocio en México para el banco (es el mercado más importante para la entidad española) y el IBEX 35 aún no acabado una jornada en positivo desde la victoria del magnate neoyorquino en las elecciones del pasado martes. Además, tal y como reflejan webs especializadas como Blackwell Global, ya no es solo que el dólar no haya sufrido por el resultado de las elecciones norteamericanas, sino que le ha servido como estímulo y el lunes se acercaba a sus mejores resultados del año frente al euro, con una cotización de 1,07 dólares por euro.
Por todo ello, jugar ahora con la confianza de los mercados parece un asunto de alto riesgo.
Y luego…
Pero estas dos tareas nada más que son el inicio de una larga batalla, una que el ejecutivo de Rajoy tiene ante sí nada más comenzar la legislatura. Además de éstas, el nuevo gobierno tiene que afrontar la posibilidad de una nueva reforma laboral, el ajuste del sistema de financiación autonómica y el modelo territorial, o un cambio en la fiscalidad patrimonial. Y, como decíamos, si algo no ha demostrado este gobierno es facilidad para resolver los problemas con rapidez.
¿Hace algo Rajoy, Mariano? En la Cocina le hacen buenas Sopitas al Jefe y así Duerme Feliz.
Este tiparraco es un sopas y un desastre.