Crystal Brooke Howell tenía 17 años cuando en 2014 disparó contra su padre, un periodista deportivo de Carolina del Norte (EE UU). La joven escondió el cuerpo de su progenitor en un cuarto trastero de la casa de ocho habitaciones que compartían y convirtió su domicilio en una sala de fiestas.

La adolescente invitaba a amigos a fiestas con alcohol y drogas y convirtió su vivienda en una sala de fiestas. En esos meses hasta que fue detenida se gastó todo el dinero que tenía su padre, de quién iba diciendo que se había mudado de Estado y que se había suicidado.

Fueron dos jóvenes que compartían la casa, y las juergas que en ella se celebraban, con la adolescente los que encontraron el cadáver, escondido dentro de un plástico y de un saco de dormir, según publica el Daily Mail.

Crystal Brooke Howell tendrá que cumplir 25 años de prisión por el asesinato de su progenitor y otros 5 más por haber mantenido escondido su cuerpo.